10/29/2007

28 DE OCTUBRE, 24.00hs. Por Malú Kikuchi

Aparentemente, ganaron (el gobierno).

Aparentemente, perdieron (la oposición).

¡Qué pena!

Mañana, con más datos, la mente fría y “el corazón en calma”, el análisis político será posible. Porque “mañana”, a pesar de todo, y mal que nos pesen los resultados, insisto, “el mañana”, existe.

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR

10/22/2007

¡¡Basta!! por Malú Kikuichi

“¿Cuándo empiezan nuestros derechos? Los derechos los tienen ellos, los presos, los chorros, los violadores, los asesinos. Ellos son los únicos que tienen derechos. Usted tiene poder (Felipe Solá), ¡HAGA ALGO!


Mientras, nosotros estamos enterrando a nuestros hijos.” La Plata, sábado 20 de octubre, de mañana, el tío de uno de los policías asesinados, dirigiéndose al Gobernador de la provincia de Buenos Aires, a la salida del velatorio.

Alrededor de las 2 de la madrugada del viernes 19, tres individuos asesinaron a tres policías de guardia, en una repartición perteneciente a la policía de la provincia de Buenos Aires. Suboficial Ricardo Torres Barbosa, 26 años; suboficial Alejandro Vatalaro, 27 años; Sargento Pedro Diaz, 45 años. Les dispararon, los golpearon con una barreta de hierro y entre los tres, presentaban 81 puñaladas. Los asesinos se llevaron sólo una escopeta, una ametralladora Uzi, algunos chalecos antibalas y las armas reglamentarias de los asesinados. El robo no fue el motivo del delito.

La inseguridad viene de lejos. Y no es “una sensación” exacerbada por los medios, según Aníbal Fernández, ministro del Interior y responsable del accionar de la policía. Los argentinos vivimos en permanente estado de inseguridad. Y las autoridades, no hacen nada. Es más, casi se diría que alientan el delito con jueces mal llamados “garantistas” (Corte Suprema de Justicia de la Nación), cuando la realidad es que son abolicionistas del Código penal.

Desde el Gobierno se permiten manifestaciones de piqueteros y/o asambleístas, que incluyen cortes de calles, avenidas, puentes y rutas nacionales e internacionales. Desde el Gobierno se inmoviliza a la policía impidiéndole actuar en defensa o prevención de delitos, en cumplimiento de ordenes expresas. Hay que agregar la ineficiencia del poder judicial, atado a leyes demasiado amables para con los delincuentes. La suma de estos factores, hacen de la Argentina un país en estado de terror permanente.

El Presidente pide que los argentinos hagamos memoria para llenar con memoria las urnas el 28 de octubre. Hagamos memoria. Secuestros de todo tipo, express, cortos y largos; con final feliz y de los otros, hay para todos los gustos y presupuestos.

Asesinatos impunes como el del Oficial de policía Jorge Sayazo (todavía no han identificado a los asesinos y fue asesinado por 3 personas distintas, con armas distintas, a vista y paciencia de mucha gente el 7/2/06, en Las Heras, Santa Cruz); salideras, violaciones, robos, asaltos, hurtos, arrebatos, promocionados auto secuestros como el caso Gerez; desapariciones como la de Jorge Julio López (18/9/06, hace ya 13 meses y 3 días); un extenso y prolijo recordatorio de los todos los delitos tipificados en el Código Penal. Esta es la Argentina que sobrevivimos un día si y otro también.

Durante este Gobierno se aumentó el consumo de paco en un 500%. Entre los jóvenes aumentó el consumo de alcohol en un 50%. El tráfico de drogas se estabilizó en el planeta durante el 2006, sólo aumentó en Perú, Bolivia y Argentina, dato de Naciones Unidas.

¿Qué hace el gobierno al respecto? Nada. ¿Y por qué no hace nada? ¡Qué buena pregunta! ¿Estará en contra de los mal llamados derechos humanos que funcionan sólo para los delincuentes? ¿Será ofensivo para las “Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo” tomar medidas al respecto? ¿La represión del delito tendrá mala prensa? Preguntas sin respuesta. “Mientras, estamos enterrando a nuestros hijos” (tío de un policía asesinado).

El asesinato de los tres policías en la provincia de Buenos Aires, en una repartición de la policía, ha sido un hecho lo suficientemente fuerte como para obligar a hablar al Presidente de la inseguridad. Tema aparentemente prohibido en los discursos de la campaña electoral oficial.

El Presidente, como no podía ser de otra manera, acusó a los represores de los 70. Acusó a los que según el Presidente tratan de amedrentar para detener los llamados juicios por la verdad. Acusó a posibles desestabilizadores de la oposición que quieren ganar puntos ya que se acercan las elecciones. Acusó a …, y a ….

Curiosamente, nunca buscó responsables fuera del círculo de los enemigos previsibles que el Presidente cultiva con fruición y perseverancia desde que asumió. Se olvidó del FMI, pero todavía está a tiempo para incluirlo en la lista de sospechosos.

Lo más probable, aunque todo es posible, es que sea una “vendetta” de alguna organización mafiosa desmembrada por la policía. Dicen que pudieran ser tumberos contratados por los restos de la organización, cuyos principales miembros están detenidos. Pudiera ser un mensaje de policías echados por Arslanián. Hasta pudiera ser un mensaje político. Todo es posible. Dentro de las posibilidades, que son muchas, dentro de las probabilidades, que también son muchas, siempre, hay un solo responsable.

Cualquiera puede ser el móvil, cualquiera puede ser el instigador, cualquiera puede ser el ejecutor o ejecutores, siempre hay un solo responsable: el Gobierno. La responsabilidad es del Gobierno. La obligación del Gobierno es amparar a los ciudadanos, protegerlos, darles seguridad. Para eso los ciudadanos les pagamos el sueldo y los mantenemos. Responsabilidad que no asumen, obligación que no cumplen.

Si el aberrante crimen de los policías es obra de la llamada “mano de obra desocupada”, es responsabilidad del Gobierno que siga operando. Si responde a una venganza de grupos mafiosos en contra de la policía, es responsabilidad del Gobierno el no haber combatido a las mafias.

Si es un mensaje macabro por culpa de los interminables despidos policiales de Arslanián, es responsabilidad del Gobierno mantener al ministro en su puesto. Puesto que ocupa desde hace demasiado tiempo y con resultados lamentables. Si el asesinato de los policías se debe a un tema electoral ¿¿¿???, también es responsabilidad del Gobierno por haber creado un ambiente de odio que propicia el crimen.

Aunque hubiera sido un simple robo de armas, hecho totalmente descartado, también hubiera sido responsabilidad del Gobierno por no proteger debidamente a las fuerzas de seguridad. Siempre, fuera cual fuere el motivo del horror, en última instancia, la responsabilidad es del Gobierno.

“Hasta cuando?”, se preguntaban los familiares de los policías muertos. Ese “¿hasta cuando?” lo repiten desde hace 4 años los familiares de todas las víctimas de la delincuencia. ¿Hasta cuando vamos a sostener a un Gobierno que protege a los delincuentes y descuida a los ciudadanos? ¿Hasta cuando vamos a permitir que nos roben, nos violen y nos maten. ¿Hasta cuando nos vamos a permitir vivir con miedo?

“Mientras, estamos enterrando a nuestros hijos”, le decía a Solá el tío de uno de los policías asesinados. Hablaba en nombre de todos los ciudadanos argentinos honestos. “¿Hasta cuando?”, se preguntaba otro familiar en el velatorio.

Hasta el 28 de octubre. Hasta dentro de siete días. De nosotros depende decir basta. Tengamos memoria. Digamos ¡BASTA! Los delincuentes a la cárcel y los ciudadanos sin miedo y en libertad. ¡BASTA!

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR

10/15/2007

Todo es posible, por Malú Kikuchi

No se asuste. No deje que lo corran con las encuestas. No crea en lo que le cuentan los medios. Nada se ha perdido; todavía, todo es posible.


El 28 de octubre, faltan pocos días, la ciudadanía DECIDE a quien quiere como presidente para los próximos 4 años. Los ciudadanos, las personas, nosotros, somos los que DECIDIMOS con el voto elegir a un determinado candidato. Nosotros. No deciden las tapas de los diarios ni las encuestas.


Hace algunas semanas, el diario La Nación publicó como nota principal del día domingo, una encuesta de Poliarquía. La encuesta en cuestión, daba a la candidata del oficialismo como ganadora absoluta en primera vuelta.


Ayer (14/10/07), Perfil le dedica la única nota política de tapa a 4 encuestas que reflejan el “inevitable” triunfo, en primera vuelta, de la candidata del Frente para la Victoria. Carlos Fara y Asociados le da 46,4%; Ricardo Rouvier, 44,2%, ambos con proyección de indecisos. Mientras que Opinión Autenticada le da 36,8% y Universidad Abierta Interamericana le da 37,2%, ambas, sin proyección de indecisos.



Hay canales de noticias que se han creado nada más que para apoyar la candidatura de la mujer del Presidente. Desde la televisión, los noticieros y la mayoría de los periodistas políticos (salvo honrosísimas y escasísimas excepciones), abruman con el sonsonete de “gana en primera vuelta”, “no hay balotaje”, “la diferencia, entre la candidata oficial y el resto, es abrumadora”. En las radios, pasa lo mismo.


La publicidad gráfica callejera le pertenece mayoritariamente a la candidata oficial. Los medios económicos de que dispone, los pone a su disposición, nada menos que el gobierno nacional. Traduciendo al argentino básico, nosotros le pagamos la publicidad. Una publicidad cara. Por cada afiche de un candidato opositor, hay 4 de Cristina.



La campaña de la candidata oficial es onerosa (helicópteros y aviones del Estado), y la pagamos los ciudadanos, [ya que la personalidad de la candidata y de la primera dama es “inescindible”], según Alberto Fernández. Las demás candidaturas corren por cuenta de los candidatos. Anticonstitucional e injusto.


El centimetraje en los medios gráficos a favor de la candidata oficial y en detrimento de los demás contendientes, ofenden la ética y el buen gusto.
El mensaje es claro: “ya ganó Cristina, la elección casi no tiene sentido”.


No es verdad. No ganó. No crea nada de lo que le dicen. Mienten. Son cantos de sirena. Votar positivamente, siempre tiene sentido. Usted sabe que los medios viven de las pautas oficiales. Usted sabe que las encuestas se “equivocan” mucho. Y Usted sabe que los periodistas de algo tienen que vivir. El gobierno mete miedo, presiona y no hay nada en el manual del periodista (salvo la ética) que obligue a ser valiente. Piénselo. Deténgase un minuto, y piense.



¿Usted conoce a alguien que la va a votar? ¿Usted conoce a alguien que a su vez conozca a alguien que la va a votar? Lo más probable es que conteste que no. Y Usted vive en la misma Argentina que encuestan los encuestadores ¿Es factible que el 60%, o casi el 60% de los votos, según las encuestas, no pueda más que el 40%, si es que llega? Póngase una mano en el corazón y conteste: ¿de verdad cree que ya ganó? No, Usted no lo cree. Y no lo cree porque no es verdad.


Como no lo cree, como sabe que no es cierto, debe ponerse a trabajar para conseguir que el balotaje sea una realidad. Todo lo que tiene que hacer es convencer a una persona y que esa persona se comprometa a convencer a otra y esa otra, a otra. La invencible fuerza del uno, más uno, más uno. Los individuos sumados de a uno, son multitud. Los ciudadanos multitudinariamente decididos a cambiar con el voto la historia de una nación, lo hacen posible.


El 19 de julio de 1979, cayó Anastasio Somoza, dictador hereditario (no hay nada nuevo bajo el sol, decían los griegos) de Nicaragua. La triunfante revolución, a sangre y fuego llevó a la presidencia del país al Comandante Daniel Ortega. Después de 11 años terribles, 11 años de poder absoluto, finalmente, el pueblo nicaragüense pudo votar.


Fue un hecho de trascendencia universal. Encuestadores de todas las latitudes fueron a estudiar el proceso nicaragüense. Enfrentando al todopoderoso Ortega, una mujer. Una mujer cuyo mérito principal consistía en ser la viuda de un periodista/político asesinado en 1978, Pedro Joaquín Chamorro. Compitiendo con el Comandante Ortega, dueño del poder, estaba Violeta Barrios, viuda de Chamorro, ama de casa y madre de familia.


Todas las encuestas, las de los EEUU, las europeas, las de América Latina, ni que hablar de las nicaragüenses, daban por triunfador, lejos, a Daniel Ortega. Sin embargo, hubo una excepción. Felipe Noguera, argentino, por ese entonces socio de Mora y Araujo, dijo, ante la burla del resto del mundo: “gana Violeta Chamorro”.


Felipe Noguera tuvo razón. El resto del mundo se equivocó. Para asombro internacional, Violeta Barrios de Chamorro ganó la presidencia de Nicaragua en 1990. Compitió contra el poder omnímodo del entonces dictador Ortega.


Representaba a un muerto. Ningún medio, ningún encuestador, creyeron en ella. Se equivocaron. Violeta Chamorro fue presidente.


Hasta el 28 de octubre, todo es posible. Hay que votar en positivo, ofrecerse para fiscalizar la elección y evitar las trampas. Controlar el recuento de votos.


Recién después, no antes de votar y contar los votos, se sabrá quién ganó y quien perdió.

Según el diccionario, posible quiere decir: “que puede ser o suceder”. Recuerde, no basta con “hacer lo posible”, tenemos que “hacerlo posible”. De nosotros, depende.


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10/08/2007

El Imperio que no fue, por Malú Kikuchi

Cuando André Malraux (escritor francés, 1901/1976) descubrió Buenos Aires, asombrado, la catalogó como “la capital de un imperio … un imperio que no fue”.


Quizás, esa sea la explicación que los argentinos nos debemos: no somos aquello que creemos merecer, no somos el imperio que nos prometieron, no estamos en el primer mundo, ni siquiera somos un país serio. Desde la escuela, desde los medios, desde la política, desde las tradiciones familiares, nos han enseñado que “la Argentina está condenada al éxito”. Pero la condena no llega.



Argentina tiene los 4 climas. Argentina tiene montañas altísimas y desiertos y la milagrosa pampa húmeda. Tiene el río más ancho del mundo. Tiene salinas y playas; nieve, cataratas famosas y glaciares, aún más famosos. Argentina tiene una capital imperial. Es lo que nos enseñaron, y es cierto. Pero…


Argentina no tiene problemas raciales. Argentina no tiene problemas religiosos. Argentina cultural, deslumbra: teatros, conferencias, conciertos, recitales, feria del libro, premios Nóbel, grandes artistas y científicos de renombre. “Dios es Argentino”, y “con una buena cosecha nos salvamos”. Sin olvidar, “Argentina potencia”


Argentina tuvo la clase media más desarrollada de América Latina. Argentina tuvo menos analfabetos, menor mortalidad infantil, mejores universidades y mayor desarrollo económico que el resto de América Latina. Tuvo. Pasado. Fue.


Argentina, “el granero del mundo”. Argentina y “la diosa soja”. El planeta requiere nuestros productos; podemos alimentar a 300 millones de personas, pero hay compatriotas que mueren de desnutrición. La carne argentina es conocida en todas partes por su calidad, pero el Uruguay exporta más carne que nosotros. Argentina es el eterno país de un futuro venturoso, que no llega.


Pero Argentina, fue. Fue una nación grande, rica, respetada. Fue el refugio soñado de miles de personas a las que les dio la oportunidad que no tuvieron en sus lugares de origen. Personas que pudieron crecer en Argentina y a su vez, la hicieron crecer. Los nietos de esas personas, se van. Rescatan la nacionalidad de los abuelos y consiguen pasaportes extranjeros, y se van. Porque Argentina, era. ¡Lástima el “era”!


Un día Argentina empezó a perder el rumbo, fue cuando dejó de lado el cumplimiento estricto de la Constitución Nacional. Al principio, de a poco, y luego con prisa, empezó a desbarrancarse. No hablamos de un problema económico, el tema es visceral y profundo; la crisis argentina es moral.


A lo largo de esta interminable crisis, hemos perdido las instituciones de la República, el estado de derecho, las garantías individuales y el sentido de lo que está bien y de lo que está mal. Lo terrible es que parece que no nos importa.


Cuando Benedicto XVI dice que el pecado mayor de este siglo, es el relativismo moral, parece que hablara de Argentina. Todo vale, todo es igual. Hay que ser vivo, las leyes, normas y reglas están para ser eludidas; el éxito se mide en $, la mentira se considera verdad y la impunidad es una constante. El delincuente está mejor protegido que el ciudadano que paga impuestos. La historia se tergiversa. Correcto es lo que sirve, incorrecto es lo que no da réditos.



Sólo 3 casos muy recientes. Ezeiza, jueves 4 de octubre. Operarios de INTERCARGO descargan de un avión, contenedores con dólares de la Reserva Federal para el Banco Central. Alguien roba un paquete con US$ 80.000. El hecho es descubierto por la Aduana. Hasta acá, un delito serio, pero sólo un delito.

Interviene un juez. Lo que sigue, es inverosímil.


Con una orden de allanamiento se revisan 50 casilleros de otros tantos empleados de INTERCARGO. Estos hacen huelga en señal de protesta. Se encuentran en los casilleros, joyas, perfumes, cámaras digitales, filmadoras y relojes, todos objetos robados. Una auténtica mafia corporativa que en defensa de sus delitos se da el lujo de paralizar un aeropuerto internacional. Nadie, salvo los pasajeros, protesta. Como si todo estuviera dentro de la más absoluta normalidad.



El INDEC asevera que el índice de inflación del mes de septiembre es del 0,8%. Mediciones privadas duplican el índice. Las amas de casa, lo triplican. Dice el Presidente Kirchner (Casa Rosada, 5/10), “Acá, en la Argentina, para que ustedes lo tengan claro, el índice está perfecto”. La aclaración oscurece la realidad.

Impunidad desde el atril. Nadie pregunta. Nadie contesta. Sin comentarios.


Cristina Fernández de Kirchner, está en campaña electoral. Más en el exterior que acá. Aviones alquilados, hoteles fabulosos, numerosas comitivas, entrevistas con figuras relevantes, que consiguen los diplomáticos argentinos.

Nada de esto está al alcance de los candidatos de la oposición.
Ante una denuncia por supuesto uso indebido de fondos del Estado en la campaña electoral, Alberto Fernández, Jefe de Gabinete de Ministros, contesta: “Es inescindible” (¡qué manía tienen de inventar palabras!) la condición de primera dama y la de candidata; eso explica el empleo de recursos públicos. ¿¿¿???, ¡¡¡!!! Una vez más, sin comentarios.


No es lo que algunos hacen o dicen, lo inverosímil es la falta de reacción por parte de los demás. Y los demás, somos nosotros. Quizás la brecha entre aquello que nos dijeron que éramos y la realidad, es tan, pero tan grande, que sufrimos una frustración colectiva. El tema es que somos nosotros los responsables de la frustración.


Y esa frustración nos convierte en apáticos desinteresados de la cosa pública, en tolerantes con aquello que no se debe tolerar. Nos acostumbramos a lo que sea y estamos dispuestos a acostumbrarnos a lo que venga. El resultado es fatal. Las sociedades tienen los gobiernos que se merecen y se les parecen.


No es necesario ser un imperio, ni es imprescindible ser los mejores del mundo. Bastaría con volver a ser un país previsible, un país respetuoso y respetable, un país defensor de las leyes, un país creíble y amistoso con los demás países. Una nación unida, con un pueblo feliz. Un pueblo sin asignaturas pendientes.


De nosotros depende. Si nos asumimos ciudadanos plenos, si nos disponemos a defender nuestros inalienables derechos y estamos dispuestos a cumplir con todas nuestras obligaciones, entonces si, el futuro es nuestro.


El 28 de octubre se acerca. La decisión es nuestra. Recuperemos la Argentina que fue.

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10/01/2007

¿MIENTE LA REALIDAD? Carta abierta al Dr. Alberto Fernández. Por Malú Kikuchi

Señor Jefe de Gabinete de MinistrosDoctor Alberto FernándezCasa de GobiernoBalcarce 50Ciudad autónoma de Buenos Aires
De mi mayor consideración:


Juan Domingo Perón, fundador del partido al cual Usted adhirió durante largos años, decía que, “la realidad es la única verdad”. Y es cierto, la realidad no miente.


Si la realidad no miente y Usted sostiene algo que contraría la realidad, Dr. Alberto Fernández, ¿Usted no vive la misma realidad que viven los demás habitantes de la Argentina, o Usted ve la realidad con otros ojos desde su puesto de Jefe de Gabinete de Ministros? ¿O deliberadamente intenta engañarnos?


El 24/09/07, Usted dijo: “En Argentina no existe la inflación. La inflación supone un alza generalizada de precios y no hay un alza generalizada de precios y nadie se anima a afirmar temerariamente tal cosa.” Discúlpeme la temeridad, pero yo afirmo que hay un alza generalizada de precios y que por lo tanto, hay inflación.


“Temerariamente”, insisto, no es sólo una sensación que me acompaña cada vez que tengo que comprar algo, hay inflación, y crece. Me lo confirman la realidad y las góndolas; las farmacias, las zapaterías y el quiosco de la esquina. Además, me dicen lo mismo todas las informaciones económicas con respecto al país (excepto el INDEC).


Habló Felisa Miceli el 6/06/07, cuando todavía era Ministro de Economía de la Nación de una “inflación altísima”, y dijo estar preocupada porque temía que, “los aumentos de los salarios y la mejora de la economía se vaya todo en aumentos de precios”. Y le preocupaba la inflación Argentina, no la de Irán.


Dijo Martín Redrado, Presidente del Banco Central de la Nación, desde Londres, en un foro internacional, el 13/09/07: “Estoy profundamente preocupado por la inflación”. Y se refería a la inflación Argentina, no a la de Zimbawe.


Escribió Alan Greenspan, ex Presidente de la Reserva Federal de los EEUU en sus Memorias: “en 2006 todos los países se mantuvieron con una inflación promedio entre el 3 y el 7%, salvo Irán, Venezuela, Argentina y Zimbawe.” Como verá Dr. Fernández, estamos en buena compañía.


Página 12, 24/05/07, “Sin la mano de Moreno, en las provincias, todo es mucho más caro. La inflación en Mendoza se acerca cada vez más a la real.”
Clarín, 14/05/07, “En lo que va de año, los alquileres han subido el 30% en la Capital”.


La Nación, 6/07/07, “Sigilosamente el Correo Argentino subió los precios entre un 10 y un 60%.” “La carta simple aumentó el 33% y la carta documento el 37%.” Dr. Fernández, no es el correo de Alfredo Yabrán, ni el correo de Francisco Macri; es el correo del Gobierno Nacional.


Todos los medios aseguraron que “desde el 1º/07/07, 6.000 colegios privados con aportes subirán entre un 8 y un 10% las cuotas; aumento permitido por la Secretaría de Comercio de la Nación”.


La Nación, 8/08/07, “500 medicamentos aumentaron entre el 3 y el 20%. Información de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), ratificada por la Asociación de Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina (AAPM).”


Infobae, 26/08/07, “En mediciones privadas se calcula que la inflación llega hasta el 27%.” En el mes de junio, Adelco, calculaba un 15%. Ecolatina, 15%.

Consumidores Libres, 14,89%. Universidad Di Tella, entre el 15 y el 20%. Castro López del equipo de López Murphy 27%, proyectado anual. Migual Angel Broda, “los consumidores esperan una inflación mayor al 20%.”


Clarín, 22/09/07, “Las naftas y el gas oil han subido entre el 2 y el 4%, en la primera semana de septiembre.”


Infobae, 26/09/07, “En 6 provincias la inflación ya supera el 20%; La Pampa, Jujuy, Chubut, Misiones, San Luis y Mendoza. Tierra del Fuego está por alcanzar el 20%.”


Clarín, 26/09/07, “Mendoza acusa al Gobierno por un cambio en la inflación provincial. Para agosto, se había relevado una suba de precios del 3,1%. Para el INDEC fue de 1,5%.”


Infobae, 30/09/07, “Veranear en la costa costará un 20% más caro.”
La Nación, 30/09/07, “Las prepagas analizan OTRO aumento del 20%.”


No quiero seguir abrumándolo con mis temerarias afirmaciones, insistiendo que en la Argentina de los ciudadanos de a pie, hay inflación; mucha y creciente. No me animo a pedirle que me acompañe a comprar papas y tomates, o a tomar un taxi, ¿sabe que subieron un 18% desde que empezó el año? ¿No le contaron que los insumos, lo mismo que el transporte escolar, subieron muchísimo? Usted tiene un hijo en edad escolar, tendría que saberlo. ¿Y la ropa y los zapatos y el cine y el estacionamiento? Comer afuera, un imposible para las mayorías.


Disculpe Dr. Fernández, pero salvo que crea en las cifras del INDEC y de paso en Papá Noel, Usted no puede decir que no hay inflación. ¿Usted vive en la misma Argentina que los demás argentinos? ¿Usted de verdad no sabe, o no quiere saber? O la pregunta que más me asusta, a pesar de mi temeridad, ¿Usted sabe y pretende engañarnos? ¿Nos cree tontos? Señor Ministro, ¿Usted miente?


No es bueno que los ciudadanos dudemos tanto de las motivaciones de nuestros funcionarios, a los que les pagamos el sueldo. Me encantaría que me contestara, aún sabiendo que con tanto trabajo preelectoral no ha de tener tiempo. Igual, espero. Atentamente.


Malú Kikuchi, ama de casa y periodista.


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