2/13/2007

¿Todos tenemos derechos humanos? por Malú Kikuchi

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Declaración que fuera ampliada en detalle por los convenios de Ginebra, aprobados el 12 de agosto de 1949. La Declaración Universal se extiende a lo largo de 30 artículos.

Artículo 1: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos […]”

Artículo 3: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.


A partir del tratado sobre DDHH firmado por la senadora Cristina Fernández de Kirchner, la semana pasada en París, representando a la Nación Argentina (¿¿¿???), las preguntas se suman. Todos tenemos una idea más o menos acertada sobre el significado de los DDHH, lo que no parece tan claro es el alcance que tienen los mismos. Es decir: todos los humanos tenemos derechos inalienables, ¿todos?, ¿los argentinos también?


Sabemos. Lo hemos aprendido con dolor y sangre, con muerte y desolación; que aquellos que combatieron desde ejércitos ilegales contra el Estado legal y democráticamente constituido, ésos, tienen derechos humanos. Y es bueno que así sea.


Sabemos. Lo estamos viviendo día a día, que los que combatieron a los terroristas, con métodos absolutamente reprobables, y los vencieron con las armas, ésos, esos no tienen derechos humanos. ¿Por qué? No es bueno para la salud de la República que así sea.


Sabemos. Sabemos lo que pasa con respecto a los DDHH de las personas que combatieron en los 70. Sabemos de los que perdieron la guerra entonces y hoy gobiernan; y sabemos de los que ganaron con las armas y hoy son condenados.


Pero no sabemos nada en cuanto a la defensa de los DDHH de las mayorías pacíficas y silenciosas, las que hacen todos los días lo que pueden y lo hacen lo mejor que pueden, si las dejan. En la Argentina, hoy, ¿los humanos, tenemos derechos?


Los argentinos “comunes”, los argentinos que viven “normalmente”, los que tienen trabajo (en blanco o en negro), los que tienen la suerte de poder estudiar, los que cobran jubilaciones misérrimas, los que hacen cola para todo, los que buscan trabajo, los que se enteran por su bolsillo que el INDEC les miente, los que hacen malabarismos torpes en las esquinas, NOSOTROS, los ciudadanos de a pie, los que hacemos las estadísticas, NOSOTROS, ¿tenemos derechos humanos reconocidos y defendidos por el gobierno?

Tres casos emblemáticos. Tres casos, bastan.


En la madrugada del 7 de febrero de 2006, en Las Heras, Provincia de Santa Cruz (pago chico del Presidente), asesinaron al policía Jorge Sayago. Tenía 31 años, estaba casado con Lorena Castro y tenía una hija de apenas un año, Marcia Agustina


En la comisaría de Las Heras, pueblo de 17.000 habitantes (con casino) se encontraba detenido el dirigente petrolero Mario Navarro. Grupos sindicalizados intentaron liberar a Navarro. Sayago, en cumplimiento de ordenes, salió a defender la comisaría. Le dispararon un tiro en la clavícula, ya en el suelo le quitaron el casco y con un objeto contundente le aplastaron el cráneo y parte de la cara. Luego lo apuñalaron por la espalda, hasta atravesarle el estómago.


La jueza Graciela Ruata de Leone detuvo a 9 personas. 36 días más tarde, el gobernador Sergio Acevedo, renunció. El gobierno Nacional envió gendarmes a custodiar la zona, gendarmes que aún siguen en Las Heras . Después de cumplirse un año del asesinato de Sayago, en un pueblo de 17.000 habitantes (perdón por la insistencia), todavía no se sabe quién o quienes lo asesinaron.


La Justicia que es incompetente no respeta los DDHH. La Justicia que es complaciente con el poder, no respeta los DDHH. La Justicia que es temerosa no respeta los DDHH. Sayago tenía DDHH, su memoria y su familia exigen que se los respete encontrando al o a los responsables de su terrible muerte.


El 18 de septiembre de 2006, en Los Hornos, La Plata, provincia de Buenos Aires, Jorge Julio López, albañil, 77 años, testigo en el juicio contra Miguel Angel Etchecolatz, desapareció. Se esfumó, se desvaneció. Como en un truco de magia negra, de pronto, dejó de estar. No tenía custodia. Dicen, y no hay porqué no creerles, que 4000 policías lo han buscado, que el gobierno Nacional y el Provincial han rastrillado lugares posibles e imposibles. Se ofrecen recompensas.


Se pide por López desde todos los sectores de la política. López, cercano a los 5 meses de desaparecido, no aparece.


El hombre que se hace público por atestiguar en un juicio sobre DDHH, desaparece sin dejar rastros. ¿O dejó rastros? Rastros que no se quieren o no se pueden dar a conocer. Periodistas de investigación sostienen teorías curiosas y se permiten sostenerlas con testigos que dicen haber visto a López después del 18/9/06. Sin embargo, esos testigos no son tenidos en cuenta.


López, además de haber servido a la Justicia declarando en un juicio sobre DDHH, él, ¿no tiene o no tenía derechos humanos? Las Fuerzas de Seguridad que son ineficientes, no respetan los DDHH. Las Fuerzas de Seguridad que están desmotivadas, no respetan los DDHH. Las Fuerzas de Seguridad desmoralizadas, destratadas y mal pagadas, no pueden respetar los DDHH.


El sábado 3 de febrero 2007, dos delincuentes entraron en la vivienda de la calle Zamudio 3510, barrio de Agronomía, y a lo largo de 2 horas golpearon brutalmente a una abuela y a su nieto para llevarse $70 y 2 aparatos de música y TV. La abuela, de 76 años, María Rosa Saladino, murió a causa de los golpes, el martes 6. Una pequeña reseña policial, a la que no se le da demasiada importancia. ¿Las abuelas jubiladas no tienen DDHH?


Entre enero y octubre de 2006, en sólo 10 meses, 43 personas mayores de 65 años fueron asesinadas. ¿Ninguna de esas 43 personas tenía DDHH?


Nos permitimos recordarle, con muchísimos respeto, al gobierno Nacional, tan afecto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuando se trata de terroristas, que relea con atención el artículo 3 de la misma:TODO INDIVIDUO TIENE DERECHO A LA VIDA, A LA LIBERTAD Y A LA SEGURIDAD DE SU PERSONA.Todos. Sin excepción. Todos los que habitamos la Argentina tenemos derechos. Y es obligación del gobierno, respetarlos y hacerlos respetar. Es la función primordial del Estado: no la cumple.


Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR