11/12/2007

¡Qué trsite!`por Malú Kikuchi

Qué triste! Todo se ha vuelto de pronto, triste, muy triste. Argentina es un país triste. Y la tristeza es algo quieto, manso; se queda pegada en algún rincón del alma y desde ahí, crece. La tristeza no es combativa, ni fiera, ni corajuda; de la tristeza no se pueden esperar reacciones drásticas, ni cambios profundos. La tristeza se instala, y ya.

La semana pasada fue generosa en acontecimientos, el coloquio de Idea, la inauguración del Parque de la Memoria y la Cumbre Iberoamericana. Todos trajeron tristeza.

Mar del Plata, del 7 al 9 de noviembre, 43º Coloquio de Idea (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina), 800 inscriptos, temas principales: la competitividad en tiempos de globalización y la crisis energética. No asistieron funcionarios (exceptuando al embajador Bordón).

El Secretario de Comercio Interior prohibió que un determinado ejecutivo de una determinada empresa expusiera sobre la crisis energética, porque consideró que la exposición, conocida de antemano, era demasiado crítica. Hasta acá, una “patoteada” más de Moreno. No merece comentarios.

El problema no es la prohibición de Moreno, el problema es la obediencia de los empresarios acatando la orden de Moreno. El problema es el temor reverencial del empresariado argentino ante los funcionarios que forman parte de este gobierno. El problema es la cobardía de algunos empresarios sometidos a los caprichos del gobierno. Triste, muy triste.

Buenos Aires, Costanera Norte, 7/ 11, inauguración del Parque de la Memoria. Memoria selectiva que sólo contempla a los desaparecidos y asesinados por el “terrorismo de estado”, concepto válido nada más que en Argentina.

El terrorismo en Argentina no es tal si lo cometen organizaciones terroristas que intentan derrocar un estado o simplemente aterrorizar a una población. Si no hay un estado detrás de un acto terrorista, como las Torres Gemelas, Atocha o los subterráneos de Londres, no es terrorismo.

En Argentina, los asesinados por organizaciones terroristas, deberán esperar su propio parque de la memoria para ser recordados. En el actual sólo están las víctimas del estado. Consta de 5 paredones con 30.000 placas, sólo 8.718 tienen nombres. ¿Por qué? ¿Y los nombres restantes? ¿Por qué los familiares de los demás desaparecidos y/o asesinados no insisten para que figuren los nombres de sus parientes? ¿Y el recuerdo para las víctimas del otro lado, cuándo? ¿No eran argentinos? ¿No eran humanos? Injusto. Triste. Demasiado triste.

Santiago de Chile, 8 al 10/11, XVII Cumbre Iberoamericana, asistieron 22 jefes de Estado, para “establecer políticas conjuntas para el crecimiento con cohesión social” en la zona. Dos hechos desagradables marcaron esta Cumbre. Los dos atañen a la Argentina, uno directamente, el otro, tangencialmente.

El jueves 8, en Santiago de Chile, el Presidente Kirchner era esperado en la embajada argentina por el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Foxley, el embajador argentino ante Chile y el resto del personal diplomático acreditado ante el país vecino. Se iba a colocar una placa conjuntamente, recordando a los refugiados chilenos que fueron asilados en la embajada durante el golpe contra Allende, en 1973.

El Presidente Kirchner llegó con 2 horas de retraso. Entró a la embajada y casi sin saludar volvió a salir para encontrarse con los asambleístas de Gualeguaychú. Estos habían viajado especialmente para entregarles al Presidente y al Rey de España (facilitador de un posible entendimiento entre Uruguay y Argentina en el tema Botnia), el eterno pedido de re localización de la pastera.

El Presidente Kirchner recibió el petitorio, se abrazó a los asambleístas y les aseguró que hacía propia la causa anti pasteras. Al enterarse de esta curiosa actitud del Presidente argentino, el Presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez, le dio luz verde a Botnia para poner en marcha la fábrica.

La reacción del Presidente Vázquez es tema de los hermanos uruguayos. ¿Era el momento propicio, era el lugar adecuado? Difícil de responder. Pero la paciencia tiene un límite. Habría que recordar que los asambleístas siguen cortando los puentes internacionales desde Entre Ríos hacia el Uruguay; que se postergó el inicio de actividades de Botnia hasta después de las elecciones argentinas, que se intentó postergar esperando que pasara la Cumbre Iberoamericana … De seguir así, es fácil suponer que Argentina habría pedido otra postergación hasta después de la asunción de Cristina Kirchner como presidente. Y otra postergación y otra….

El gesto del Presidente Kirchner forzó la respuesta del Presidente Vázquez. La palabra diplomacia no tiene significado alguno en el Río de la Plata. De los dos lados se exacerba un nacionalismo ramplón y preocupante. Del lado argentino se horrorizan porque el Uruguay cierra la frontera desde Fray Bentos, cierre que a la inversa, los argentinos practican desde hace más de dos años.

Argentina impide el paso hacia el Uruguay, pareciera que el Uruguay no puede hacer lo mismo hacia Argentina. Y si, ¡puede! Aunque la independencia y la soberanía uruguayas desconcierten a los argentinos. La República Oriental del Uruguay es una nación independiente y soberana desde el 25 de agosto de 1825.

El Presidente Kirchner hace declaraciones pomposas y lamentables: “(a Tabaré) te pasaste de la raya”, “esto es una traición a los argentinos” y remata Alberto Fernández: “el distanciamiento con el Uruguay es definitivo”. Los uruguayos son los únicos hermanos reales que tiene Argentina en todo el planeta. Lo han demostrado cada vez que les ha sido requerido. Todo esto es triste, más que triste, tristísmo.

Para finalizar, el bochornoso episodio de Chávez versus Rodríguez Zapatero. Chávez insultó al ex Presidente Aznar y lo tildó de facho. El actual Presidente del Gobierno Español defendió a su antecesor. Chávez siguió insultando, el Rey Juan Carlos le gritó: “¿por qué no te callas?” (a Chávez), e indignado con el venezolano, abandonó la sala

El Presidente Kirchner y la Presidente electa, Cristina de Kirchner, se declaran amigos de Hugo Chávez y lo defienden en todos los foros internacionales y ante todos los gobernantes mundiales que lo cuestionan. El gobierno argentino es amigo de Chávez, el hombre que insulta a Bush, y a Aznar; a los judíos y a todos los que no piensan como él. El gobierno argentino es amigo de Chávez, el hombre que reprime (mal) a los estudiantes de su país, el que instala la reelección indefinida, el compadre y compinche de Mahmoud Ajmadineyad, el iraní antisemita.

“Dime con quien andas y te diré quien eres”, dice un antiguo refrán. Triste. Muy, pero muy triste.

Según el diccionario, triste quiere decir: 1) afligido, apesadumbrado, 6) funesto, deplorable, 7) doloroso, enojoso, difícil de soportar. Dice una conocida canción brasileña. “tristeza naò tem fin”. Dicen que cuando la tristeza llega, se queda. ¿Se quedará o se podrá revertir?

Que Ceferino Namuncurá ilumine Argentina. Le hace falta.

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR

1 Comments:

At 3:30 p. m., Blogger mario said...

Muy bueno su análisis.

Sumada a la tristeza, está la apatía generalzada en donde los argentinos no queremos jugarnos como pueblo.

En nuestro bendito país el deporte nacional es "echarle la culpa al otro y no hacerse cargo de nada"; esto se ve en nuestra dirigencia política, y la Administración Kirchner no es la excepción: soberbia a pleno, sin tolerancia para cuestionamiento alguno.

Lo invito a visitar mi blog: http://cerromercedario.blogspot.com/

 

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