5/14/2007

SANTA CRUZ: ¡Qué pesada cruz! Por Malú Kikuchi

Durante la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill dijo refiriéndose al General De Gaulle, refugiado en el Reino Unido cuando Francia estaba ocupada por los nazis, “he debido cargar muchas cruces en mi vida, ninguna tan pesada como la cruz de Lorena”. ¿Dirá lo mismo el Presidente Kirchner de su Santa Cruz natal?

Santa Cruz ha dejado de ser santa y se ha convertido en una pesada carga para el Presidente. Es peor, ¡ha descubierto que la provincia no le pertenece! ¡Santa Cruz no es de Kirchner! ¡Ya no puede contabilizarla en su declaración jurada de bienes! El descubrimiento de esta realidad ha de ser desconcertante y muy, pero muy doloroso para el Presidente.

Santa Cruz ha recuperado su dignidad. Santa Cruz intenta hacer valer sus derechos. A Santa Cruz sólo le falta conocer con certeza y hacer conocer con la misma certeza, que la Nación Argentina es un país FEDERAL. Detalle que el Presidente parece ignorar y que los argentinos consideran un tema sin importancia.

Constitución Nacional. Primera parte. Capítulo I. Declaraciones, Derechos y Garantías. Artículo I. “La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma REPPRESENTATIVA REPUBLICANA FEDERAL [...]” ¿El Presidente, habrá leído la CN?

Santa Cruz es una provincia argentina a partir del decreto ley nº 21.178 con fecha 22/11/1956. Santa Cruz tiene Constitución propia desde 1957, reformada en 1994 y en 1998 por el entonces gobernador Néstor Kirchner para poder ser reelegido y finalmente instalar la reelección indefinida.

Néstor Kirchner asumió como Gobernador de Santa Cruz por primera vez en 1991 y no hubiera permitido que el entonces Presidente Menem lo “renunciara” por teléfono o que más tarde lo hicieran el Presidente De la Rúa o el Presidente Duhalde (ni a los presidentes se es hubiera ocurrido). Por supuesto que Kirchner no lo hubiera permitido, y hubiera tenido razones legales para no permitirlo.

Pero el Presidente Kirchner, algo confundido quizás por tantos años como gobernador de Santa Cruz (3 periodos precedidos por una intendencia en Río Gallegos, 16 años), ha actuado con respecto a su provincia, como si realmente fuera de su propiedad. Desconociendo la Constitución.

Desde que asumió la presidencia de la Nación, el Presidente hizo un enroque entre su vicegobernador Icazuriaga, que lo reemplazó hasta terminar el mandato 2003, y el jefe de la SIDE Arturo Acevedo. Icazuriaga fue a la SIDE y Acevedo a la provincia. Dicen que Acevedo renunció porque se negó a firmar contratos de obras públicas en la provincia por más millones de $ de los necesarios. Lo reemplazó Carlos Sancho, el vicegobernador, socio de Máximo Kirchner (hijo del Presidente) en una inmobiliaria.

Manejado desde Balcarce 50 por control remoto, Sancho nunca tuvo oportunidad de gobernar. Tampoco tuvo la aptitud para hacerlo. Desde la Rosada se ordenó reprimir a los manifestantes en Río Gallegos. Que los medios mostraron la represión contrarió al Presidente. La reacción fue ordenarle a Sancho, por teléfono, que renunciara. Siempre por teléfono decidió que el nuevo gobernador fuera Daniel Peralta.

Daniel Peralta, legislador con licencia a las órdenes del Presidente, tuvo que dejar de apuro su puesto de interventor de Yacimientos de Río Turbio (lo había nombrado el Presidente después de la muerte de 14 mineros todavía no esclarecida). Se le ordenó reasumir como legislador. Lo hizo. Se le ordenó a la vicepresidenta primera de Diputados, Judit Fortsmann, que renunciara. Se le ordenó a la vicepresidenta segunda de Diputados, Miriam Aguiar, que renunciara. Lo hicieron. Ordenes son ordenes.

Se ordenó que Peralta fuera votado como vicepresidente primero. Se lo votó. Se ordenó que Peralta fuera nombrado por la Cámara de Diputados provincial como Gobernador. Se lo nombró. Las órdenes del Presidente, son órdenes que se cumplen. ¿Y el federalismo? ¿Y la sagrada voluntad del pueblo de Santa Cruz? ¿Y la Constitución?

Ojalá Daniel Peralta sea el gran gobernador que Santa Cruz se merece. A pesar de su amañado nombramiento. Más allá de si Peralta arregla el conflicto docente, el Estado de Santa Cruz EVADE y paga en blanco sueldos de $161 aunque los sueldos sean altos; ¿y el federalismo?, ¿y el respeto por la ley tributaria?, ¿y la Constitución?

Más allá de si Peralta consigue solucionar el conflicto con los empleados municipales y provinciales, que tienen el mismo problema que los docentes, Santa Cruz, EVADE, paga sueldos en negro, ¿y el federalismo?, ¿y el respeto por la ley tributaria?, ¿y la Constitución?

Más allá de si Peralta permite paritarias libres para los trabajadores, paritarias prohibidas desde hace 17 años, por decreto y luego ratificada la prohibición por ley (gobernación Kirchner); más allá de si Peralta consigue recomponer relaciones con la Iglesia, ¿y el respeto por el federalismo?, ¿y el respeto por la Constitución?

Y los demás, ¿qué hacemos? ¿Lo permitimos en silencio, lo admitimos como algo normal? Santa Cruz es la prueba de lo poco que nos importa la institucionalidad. Santa Cruz es la prueba de la desidia ciudadana. Santa Cruz es la prueba fehaciente que somos habitantes que pagan impuestos y no ciudadanos plenos, concientes de sus derechos y obligaciones.

Hoy es Santa Cruz. Mañana puede ser la Nación. Hagamos de Santa Cruz el ejemplo de lo que no debe hacerse desde la Rosada. Hagamos de Santa Cruz el ejemplo de lo que no debemos permitirle al Presidente.

Pero también hagamos de Santa Cruz el ejemplo esperanzador de que se puede decirle “basta” a la injusticia y a la prepotencia.

El 3 de junio y el 28 de octubre, votemos recordando a Misiones y apoyando al pueblo de Santa Cruz. De nosotros depende.

P.D. La cobarde agresión a Alicia Kirchner en Río Gallegos, no tiene explicación ni admite ningún atenuante. Es un acto bárbaro. Imperdonable. Tan bárbaro e imperdonable como cuando agredieron a Roberto Alemann, y a tantos otros.

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR