Doble discurso nacional, por Malú Kikuchi.
El doble discurso nacional es una constante en nuestra historia. Se repite una y otra vez, salvo en algunos cortos y gloriosos periodos. Nos viene de lejos, desde los comienzos, desde siempre.
Dice Rodolfo Terragno, “En 1810, nos independizamos de España, jurando fidelidad al rey de España. Rosas que centralizó el poder, proclamó: federación o muerte.[...] El doble discurso ha dominado la historia Argentina”. Es cierto, pero nunca por tantos, ni tanto como hoy.
Según el Diccionario de la Real Academia, discurso, en su 5º acepción, quiere decir: “serie de palabras y frases empleadas para manifestar lo que piensa o siente”. Y, doble, quiere decir duplicar, dos veces, o, en la acepción usar un doble, es actuar en lugar de alguien. En el doble discurso nacional, por lo menos uno de los dos discursos ha de decir o hacer aquello que piensa o siente el protagonista del discurso. El problema está en determinar cual de los dos discursos o acciones son los que representan en realidad el pensamiento y o sentimiento del protagonista. De acuerdo a los Evangelios, Jesús dijo, “por sus frutos les conoceréis”, y quizás , a través de los frutos se pueda saber cual es la verdad detrás del discurso.
Hechos. Una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces, se intentó y no se pudo votar. Con rector y sin rector, con asamblea o con vicerrector, no se pudo votar. En la mayor universidad nacional, en la UBA, en nombre de la democracia, no se pudo votar. Mientras una mayoría apática mira desde su casa y por televisión los desmanes de una minoría que dice representarla, en la UBA no se puede votar. En nombre de la democracia, en nombre “del pueblo al poder” normalmente expresado por las mayorías, un grupito ha decidido que los más no puedan elegir. Todo ello en nombre de ... los más, aunque la decisión sea de los menos. Y la mayoría, en su casa. Y las autoridades, sin autoridad. Y la elección, muy bien gracias. “Las urnas están bien guardadas”, frase emblemática del proceso militar que ponen en práctica, con éxito, los estudiantes “progres” de hoy, que repudian al proceso (1976/1983). ¡Y viva el doble discurso nacional!
Hechos. El 5 de mayo, el Presidente de la Nación, casi todos los gobernadores, innumerables intendentes y cantidad de personajes representativos fueron a Gualeguaychú, Entre Ríos, para protestar por las plantas de celulosa que se están construyendo en la República Oriental del Uruguay. Dicen que las plantas van a contaminar, que van a traer enfermedad, muerte y destrucción del medio ambiente. Entre los gobernadores que fueron a Gualeguaychú estaba el gobernador de Corrientes, Colombi. El mismo gobernador de Corrientes que quiere y pide, se instale en su provincia, sobre el mismo río Uruguay, una planta de celulosa del mismo tipo de las que repudia en la ribera de enfrente. En Corrientes, ¡si!, en el Uruguay, ¡no! ¡Y viva el doble discurso nacional!
Hechos. La Dra. Elisa Carrió, es profesora de derecho constitucional. En política, es una de las pocas personas que enarbola las banderas de la ética, la moral, el respeto a las instituciones y por supuesto, el absoluto acatamiento a la Constitución Nacional. Una persona cuya formación se basa en el derecho y todo aquello que el derecho representa. La defensa irrestricta del debido proceso, y antes que nada, la presunción de inocencia que establece la Constitución. Siglos de civilización humana han consagrado la presunción de inocencia. Es decir, una persona es inocente, sea acusada de lo que fuera, hasta que se pruebe su culpabilidad, más allá de toda duda razonable. Si no se le prueba la acusación, la persona es inocente. Luis Abelardo Patti, diputado electo, votado por casi 400.000 ciudadanos, aceptado como candidato por la justicia electoral (que no tenía nada que reprocharle), sin condenas de ningún tipo, sin pruebas de ninguna clase en su contra, es rechazado por la Dra. Carrió y por lo tanto por todos los diputados de su partido en nombre ¿de qué? Porque no les gusta Patti, o porque algunos dicen que les dijeron que Patti hizo esto o aquello. Sin testigos directos. Sin pruebas. Basándose sólo en acusaciones sin ningún respaldo jurídicamente serio o aceptable, la campeona de la ética, del derecho y del respeto a la voluntad popular, decide que Patti es culpable. Y se pasa por alto la presunción de inocencia y el debido proceso, y no lo admite como diputado nacional. ¿Será que Patti no es políticamente correcto por ser un ex comisario, por ser peronista, por defender a los vecinos y atacar a los delincuentes? ¿Patti no puede ser diputado porque no es progre y la policía está demonizada? ¿Y la voluntad de casi 400.000 compatriotas no cuenta? Si la Dra. Carrió tuviera hoy una cátedra de derecho constitucional, ¿qué les enseñaría a sus alumnos? ¿El relativismo de la moral, el “haz lo que digo más no lo que hago”, la Constitución se respeta a veces sí y a veces no? ¡Y viva el doble discurso nacional!
Hechos. Las impugnaciones a Luis Patti las encabeza el diputado Miguel Bonasso. Bonasso, ex terrorista, acusado, juzgado, encontrado culpable, condenado, encarcelado (todo ello en democracia y con el debido proceso), fue indultado por el Presidente Menem. Bonasso fue elegido diputado por el Partido de la Revolución Democrática, partido que se quedó sin personería jurídica ya que sólo cuenta con 145 afiliados. Decisión de la Jueza María Romilda Servini de Cubría. Bonasso, con su historia, su prontuario y sin partido, impugna a Patti sin condenas y con casi 400.000 votos. Al parecer, la mayoría de los diputados apoyan a ... Bonasso. Así respetan el derecho, la Constitución y la voluntad popular, los diputados que dicen ser nuestros representantes. ¡Y viva el doble discurso nacional!
“Por sus frutos les conoceréis”.
Gentileza en exclusivo para NOTIAR
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