11/26/2007

“¡Pobre!, no tiene país” por Malú Kikuchi

Cuenta Pablo “Tito” Rodríguez de la Torre, que después de un tiempo de haberle presentado a Jacobo Timmerman al Dr. Rodolfo Martínez (ex Ministro del Interior del Presidente José María Guido), el periodista quedó muy bien impresionado con Martínez. Y ahí viene la anécdota; según Timmerman, Rolo Martínez, gran hombre, honesto, intelectualmente sólido, brillante, con ideas claras y muy patriota, le merecía esta reflexión: “¡pobre!, no tiene país”.

Debe haber, en algún lugar de Argentina, un grupo de ciudadanos que puedan compartir con Rolo Martínez la definición de Jacobo Timmerman: “¡pobres!, no tienen país”. Desgraciadamente, no son mayoría, o si lo son, no tienen peso político. O no tienen poder de decisión, o dejan que otros decidan por ellos, o no son capaces de unirse detrás del bien común. Dejan que los “otros”, actúen. Y todos, son los “otros” de los “otros”.

¿Quiénes? ¿Algunos? ¿Muchos? ¿Mayorías? Ciudadanos argentinos, rezaron, imploraron, consiguieron y festejaron el golpe del 24 de marzo de 1976. Aplaudieron, con el corazón henchido de patriotismo, el campeonato mundial de fútbol de 1978, en plena dictadura.

Los mismos ciudadanos argentinos fueron a la Plaza de Mayo el 2 de abril de 1982, enfervorizados de nacionalismo patriótico, soñando con la recuperación definitiva de las islas Malvinas. Galtieri pasó a representar todas las virtudes del buen gobernante.

Dos meses más tarde, esos mismos argentinos, miraron hacia otro lado cuando volvieron los vencidos combatientes de Malvinas. Y los soldaditos que fueron a defender la soberanía de la Patria, mal equipados, sin los insumos necesarios para enfrentar el frío despiadado del sur, sin el apoyo logístico imprescindible, a esos soldaditos argentinos, se los ocultó como si fueran una vergüenza nacional.

Siempre los mismos ciudadanos argentinos descubrieron alborozados la maravilla de la democracia, con un Alfonsín que llegó a la presidencia con el rezo laico que representa el preámbulo de la Constitución Nacional. Esos, que siempre son “los otros”, descubrieron horrorizados los excesos de la represión. Se enteraron durante el juicio a las Juntas, juicios que apoyaron. También apoyaron las leyes de “obediencia debida” y de “punto final”.

Se aterrorizaron, y con razones suficientes, con la hiperinflación. Se encandilaron con el $1 igual US$ 1 y la inflación 0. Encontraron que las privatizaciones eran la panacea universal. Disfrutaron el “Argentina, país del primer mundo”.

Pasaron los años, se reformó la Constitución Nacional con el beneplácito de las mayorías, y de pronto, no hay nada mejor que la Alianza. La Alianza finalmente va a sacar al país de… de algún lado y lo va a poner en otro. ¿En cuál? No importa. Otro. Más institucional, menos corrupto y por sobre todo, otro país.

Antes de que pasaran dos años, el vicepresidente Álvarez había renunciado, se hablaba de corrupción (la Banelco) y de ineptitud. Llegó el corralito…. De pronto no había mejor negocio que tomarle el pelo al Presidente, el mismo De la Rúa que iba a salvar al país 700 días antes. Luego, siempre los mismos, empujaron a Duhalde para que incendiara Argentina. Apenas unos días después, agradeciendo a Dios tanta bondad, nombraron presidente al incendiario devenido en bombero.

Los mismos ciudadanos argentinos se resignaron, después de aceptar todas las matufias imaginables para evitar internas en el PJ, a tolerar un Presidente elegido sólo por el 21,7% de los votos. Los mismos argentinos se deslumbraron con la habilidad que demostró Kirchner para acumular poder. Y aceptaron los ataques a las instituciones, y los ataques a casi todo y a casi todos.

Los mismos argentinos que aplaudieron las privatizaciones en los 90, hoy quieren re estatizar. El campo, que discute las retenciones a las exportaciones de su sector (con razón), no está tan en desacuerdo con las retenciones a las exportaciones de petróleo. El campo funciona a gas oil y lo necesita accesible. Lo que demuestra que el ataque a las retenciones no es un tema de principios, es un tema corporativo.

Dicen que a Cristina Kirchner la votó “el 45% del 71% del padrón”o sea 30% del padrón. Dicen que hicieron fraude. Pero los que lo dicen no lo sostienen ante un juzgado ni en la calle. Sólo lo dicen. Con lo que le quitan legitimidad al comicio y no aportan ninguna solución al problema.

A Cristina Kirchner la votaron el campo, los empresarios, los industriales y por supuesto el clientelismo de un país con muy mala distribución del ingreso. Y las organizaciones de DDHH.

Las FFAA son atacadas sin piedad desde el gobierno. Las FFAA han decidido no defenderse. Le dejan esa tarea a los retirados y a los civiles. La oposición sólo sabe dividir. En esa materia, es experta. Todavía no asumieron los nuevos representantes y ya se están dividiendo en bloques cada vez menos representativos. Y todos ellos, los opositores, y los votantes de los opositores, son argentinos; el gobierno y los que votaron al gobierno, también son argentinos.

Y la culpa de lo que pasa, de todo y de cualquier cosa que pasa, siempre es del “otro”. Y no es cierto. El problema no es del PJ. El problema no es de la UCR El problema no es la Coalición Cívica o del ARI; ni de UNA, ni del FPLP, ni de… El problema es de la sociedad.

Una sociedad que perdió valores e incorporó precios. Una sociedad que no sabe defender principios, sólo pelea por intereses sectoriales. Una sociedad que dice una cosa y hace otra. Una sociedad que se enoja con aquello que permite y pretende que otros defiendan su posición. Una sociedad que sólo sale a la calle cuando le tocan el bolsillo. Una sociedad demasiado atada a sus circunstancias. Una sociedad donde los principios republicanos se acomodan a lo que venga.

Y sin tener las altas virtudes de Rolo Martínez, virtudes que le reconocía Jacobo Timmerman, la sociedad argentina se ha quedado sin país.

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR

11/19/2007

¿Cambio? por Malú Kikuchi

Los afiches electorales mostraban una dulce y sonriente candidata a la presidencia de la nación, que decían: “el cambio recién empieza”. La candidata consiguió una sólida victoria electoral, con el 45% de los votos. El 45% de los votantes apoyó “el cambio en la continuidad”. Concepto no muy claro, pero que la gente votó.
La candidata, ya presidenta electa, fue presionada para dar a conocer su futuro gabinete, antes de lo que hubiera querido. Hugo Moyano y sus muchachos hicieron una demostración de fuerza el lunes 12/11 frente a la Legislatura de la Ciudad. El mensaje tuvo 2 destinatarios, el Ejecutivo Nacional y el Jefe de Gobierno de la Ciudad. Rápidamente se definió el gabinete. El Jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, lo dio a conocer. ¿Y? ¿Y el cambio?

Queda como Jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández. No hay cambio. Queda como Ministro de Trabajo, Carlos Tomada que debe renunciar a su banca de diputado (adquirida en el 28/10/07, donde será suplantado por Dante Gullo), para seguir en el mismo ministerio. ¿Y el cambio?

Queda como Ministra de Desarrollo Social, Alicia (hermana del actual Presidente) Kirchner. Al mejor estilo de los Campanelli, ¡”no hay nada más lindo que la familia unida”! ¿Y el cambio? Queda como Ministra de Defensa, Nilda Garré, según Jorge Raventos, en penitencia, hasta que aprenda que es un FAL. ¿Y el cambio?

Queda como Ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana. Es un premio a la “maravillosa destreza diplomática” ejercida por Argentina en estos últimos 4 años. Siendo Taiana canciller, por primera vez en la historia, el país recurre a la Corte Internacional de la Haya para resolver un conflicto. La situación con el Uruguay, que nunca debió de haber salido del ámbito ambiental (Botnia), es prueba suficiente de un incalificable fracaso diplomático. ¿Y el cambio?

Queda como Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. De Vido es el ministro más cuestionado de este gobierno, el que tiene más denuncias por corrupción, el responsable de los gasoductos (los del norte, SKANSKA, los de La Pampa, los del sur…). Claudio Uberti, el del avión alquilado, el de Antonini Wilson y la valija con los US$ 800.000, formaba parte de su ministerio. Y hay más denuncias para este ministro. Sin embargo, contra toda lógica para alguien que promete transparencia, De Vido sigue. ¿Y el cambio?

Queda Martín Redrado en el Banco Central. Quedan Carlos Zanini en la Secretaría Legal y Técnica y Oscar Parrilla en la Secretaría General de la Presidencia. ¿Y el cambio? Queda José Granero en la Secretaría de lucha contra la drogadicción. Queda Héctor Icazuriaga al frente de la SIDE. Queda Claudio Moresi en la Secretaría de Deportes y Enrique Meyer en Turismo. Queda Enrique “Pepe” Albistur, en la Secretaría de Medios. ¿Y el cambio?

A pesar de todo, hay algunos cambios. No se cambian las personas, se cambian los roles. El Ministerio del Interior se divide; se le saca Seguridad y el manejo de la Policía Federal y se lo convierte en un ministerio exclusivamente político. Le toca a Florencio Randazzo, hasta ahora, Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Hombre con buena muñeca para tratar con los “barones” de la provincia, hombre capaz de “cuidar” el manejo de la gobernación por parte de Daniel Scioli. Un cambio de lugar físico, de La Plata a la Rosada.

El Ministerio de Justicia, sumando Seguridad (como en tiempos de Duhalde y Juanjo Alvarez, o a principios del gobierno de Kirchner con Béliz en Justicia), e incluyendo la Secretaría de Derechos Humanos, le toca, como premio mayor, por su excepcional trabajo proveyendo seguridad a la población, le toca a ¡Aníbal Fernández! Hay que recordar que para Aníbal Fernández, la inseguridad de las personas es sólo “una sensación” exagerada por los medios. ¿Cambio o tomadura de pelo?

El Ministerio de Educación lo hereda el actual Viceministro, Juan Carlos Tedesco, ya que Daniel Filmus asumirá como senador por la Ciudad Autónoma por la minoría. Más de lo mismo. Se cambia el nombre del ministro, no se cambia la política educacional.

Se crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología que queda a cargo de Lino Barañao. Químico especializado en biotecnología y actualemtne al cargo de la Agencia Nacional de Promoción de Ciencia y Tecnología que depende del Conicet. Una buena noticia.

La designada Ministra de Salud, es la Licenciada en Ciencias Políticas ¿?, Graciela Ocaña. Abandona el PAMI para ocuparse de la salud de la Nación. ¿¿¿??? Cambio de función, pero la funcionaria sigue en funciones, esta vez diferentes, y la pregunta es: ¿qué le aporta a Salud una licenciada en Ciencias Políticas? ¿No hay médicos disponibles?

Como Ministro de Economía, es nombrado el actual Presidente del Banco Provincia, Martín Lousteau. Egresó de la Universidad de San Andrés, realizó estudios de postgrado en la London School of Economics, tiene 36 años y reputación de buen economista. Es un heterodoxo, es eficiente, tiene ideas razonables y posibles.

Desde que se fue Lavagna, el real ministro de economía del país, ha sido el Presidente, ¿podrá Lousteau manejar la economía, o será como sus dos antecesores, Miceli y Peirano, sólo un prestanombre? ¿Existirá un cambio en serio en economía? Por ahora, Lousteau, y hasta que demuestre o le dejen demostrar lo contrario, cambia el Banco Provincia por el Ministerio de Economía.

La Presidente electa elige a sus funcionarios, es lo que corresponde. La opinión de los que no la votaron, no tiene incidencia en los nombramientos. El tema es que prometió un cambio y el cambio no está a la vista. También es cierto que nadie es presidente hasta que se sienta en el sillón de Rivadavia con los atributos presidenciales en la mano. Quizás, ¡ojalá!, sorprenda a la Nación. La posibilidad, existe. Habrá que esperar.

Habrá que esperar lo que se prometió, transparencia, más institucionalidad, respeto por la ley, reinserción de Argentina en el mundo. Más formalidad y menos impuntualidad, que no son cambios frívolos, sino de forma. Y las formas hacen a la civilización. Habrá que esperar.

Pero hay un cambio que no puede esperar. Las encuestas sobre desnutrición en el NOA y en el NEA, exigen respuestas para ayer. No pueden esperar los argentinitos que mueren de hambre. No pueden esperar los argentinitos con discapacidades severas por desnutrición. Argentina produce alimentos para nutrir a 300 millones de personas. Esos alimentos que llegan a todo el planeta, no llegan a todos los argentinos. El hambre no puede esperar.

La Presidenta electa puede no cambiar a los miembros del gabinete de su marido, y en algunos casos, es una pena que no lo haga. Pero debe, imperiosamente, cambiar algunas iniquidades que no pueden seguir existiendo en Argentina. Ese cambio, se impone.

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR

11/12/2007

¡Qué trsite!`por Malú Kikuchi

Qué triste! Todo se ha vuelto de pronto, triste, muy triste. Argentina es un país triste. Y la tristeza es algo quieto, manso; se queda pegada en algún rincón del alma y desde ahí, crece. La tristeza no es combativa, ni fiera, ni corajuda; de la tristeza no se pueden esperar reacciones drásticas, ni cambios profundos. La tristeza se instala, y ya.

La semana pasada fue generosa en acontecimientos, el coloquio de Idea, la inauguración del Parque de la Memoria y la Cumbre Iberoamericana. Todos trajeron tristeza.

Mar del Plata, del 7 al 9 de noviembre, 43º Coloquio de Idea (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina), 800 inscriptos, temas principales: la competitividad en tiempos de globalización y la crisis energética. No asistieron funcionarios (exceptuando al embajador Bordón).

El Secretario de Comercio Interior prohibió que un determinado ejecutivo de una determinada empresa expusiera sobre la crisis energética, porque consideró que la exposición, conocida de antemano, era demasiado crítica. Hasta acá, una “patoteada” más de Moreno. No merece comentarios.

El problema no es la prohibición de Moreno, el problema es la obediencia de los empresarios acatando la orden de Moreno. El problema es el temor reverencial del empresariado argentino ante los funcionarios que forman parte de este gobierno. El problema es la cobardía de algunos empresarios sometidos a los caprichos del gobierno. Triste, muy triste.

Buenos Aires, Costanera Norte, 7/ 11, inauguración del Parque de la Memoria. Memoria selectiva que sólo contempla a los desaparecidos y asesinados por el “terrorismo de estado”, concepto válido nada más que en Argentina.

El terrorismo en Argentina no es tal si lo cometen organizaciones terroristas que intentan derrocar un estado o simplemente aterrorizar a una población. Si no hay un estado detrás de un acto terrorista, como las Torres Gemelas, Atocha o los subterráneos de Londres, no es terrorismo.

En Argentina, los asesinados por organizaciones terroristas, deberán esperar su propio parque de la memoria para ser recordados. En el actual sólo están las víctimas del estado. Consta de 5 paredones con 30.000 placas, sólo 8.718 tienen nombres. ¿Por qué? ¿Y los nombres restantes? ¿Por qué los familiares de los demás desaparecidos y/o asesinados no insisten para que figuren los nombres de sus parientes? ¿Y el recuerdo para las víctimas del otro lado, cuándo? ¿No eran argentinos? ¿No eran humanos? Injusto. Triste. Demasiado triste.

Santiago de Chile, 8 al 10/11, XVII Cumbre Iberoamericana, asistieron 22 jefes de Estado, para “establecer políticas conjuntas para el crecimiento con cohesión social” en la zona. Dos hechos desagradables marcaron esta Cumbre. Los dos atañen a la Argentina, uno directamente, el otro, tangencialmente.

El jueves 8, en Santiago de Chile, el Presidente Kirchner era esperado en la embajada argentina por el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alejandro Foxley, el embajador argentino ante Chile y el resto del personal diplomático acreditado ante el país vecino. Se iba a colocar una placa conjuntamente, recordando a los refugiados chilenos que fueron asilados en la embajada durante el golpe contra Allende, en 1973.

El Presidente Kirchner llegó con 2 horas de retraso. Entró a la embajada y casi sin saludar volvió a salir para encontrarse con los asambleístas de Gualeguaychú. Estos habían viajado especialmente para entregarles al Presidente y al Rey de España (facilitador de un posible entendimiento entre Uruguay y Argentina en el tema Botnia), el eterno pedido de re localización de la pastera.

El Presidente Kirchner recibió el petitorio, se abrazó a los asambleístas y les aseguró que hacía propia la causa anti pasteras. Al enterarse de esta curiosa actitud del Presidente argentino, el Presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez, le dio luz verde a Botnia para poner en marcha la fábrica.

La reacción del Presidente Vázquez es tema de los hermanos uruguayos. ¿Era el momento propicio, era el lugar adecuado? Difícil de responder. Pero la paciencia tiene un límite. Habría que recordar que los asambleístas siguen cortando los puentes internacionales desde Entre Ríos hacia el Uruguay; que se postergó el inicio de actividades de Botnia hasta después de las elecciones argentinas, que se intentó postergar esperando que pasara la Cumbre Iberoamericana … De seguir así, es fácil suponer que Argentina habría pedido otra postergación hasta después de la asunción de Cristina Kirchner como presidente. Y otra postergación y otra….

El gesto del Presidente Kirchner forzó la respuesta del Presidente Vázquez. La palabra diplomacia no tiene significado alguno en el Río de la Plata. De los dos lados se exacerba un nacionalismo ramplón y preocupante. Del lado argentino se horrorizan porque el Uruguay cierra la frontera desde Fray Bentos, cierre que a la inversa, los argentinos practican desde hace más de dos años.

Argentina impide el paso hacia el Uruguay, pareciera que el Uruguay no puede hacer lo mismo hacia Argentina. Y si, ¡puede! Aunque la independencia y la soberanía uruguayas desconcierten a los argentinos. La República Oriental del Uruguay es una nación independiente y soberana desde el 25 de agosto de 1825.

El Presidente Kirchner hace declaraciones pomposas y lamentables: “(a Tabaré) te pasaste de la raya”, “esto es una traición a los argentinos” y remata Alberto Fernández: “el distanciamiento con el Uruguay es definitivo”. Los uruguayos son los únicos hermanos reales que tiene Argentina en todo el planeta. Lo han demostrado cada vez que les ha sido requerido. Todo esto es triste, más que triste, tristísmo.

Para finalizar, el bochornoso episodio de Chávez versus Rodríguez Zapatero. Chávez insultó al ex Presidente Aznar y lo tildó de facho. El actual Presidente del Gobierno Español defendió a su antecesor. Chávez siguió insultando, el Rey Juan Carlos le gritó: “¿por qué no te callas?” (a Chávez), e indignado con el venezolano, abandonó la sala

El Presidente Kirchner y la Presidente electa, Cristina de Kirchner, se declaran amigos de Hugo Chávez y lo defienden en todos los foros internacionales y ante todos los gobernantes mundiales que lo cuestionan. El gobierno argentino es amigo de Chávez, el hombre que insulta a Bush, y a Aznar; a los judíos y a todos los que no piensan como él. El gobierno argentino es amigo de Chávez, el hombre que reprime (mal) a los estudiantes de su país, el que instala la reelección indefinida, el compadre y compinche de Mahmoud Ajmadineyad, el iraní antisemita.

“Dime con quien andas y te diré quien eres”, dice un antiguo refrán. Triste. Muy, pero muy triste.

Según el diccionario, triste quiere decir: 1) afligido, apesadumbrado, 6) funesto, deplorable, 7) doloroso, enojoso, difícil de soportar. Dice una conocida canción brasileña. “tristeza naò tem fin”. Dicen que cuando la tristeza llega, se queda. ¿Se quedará o se podrá revertir?

Que Ceferino Namuncurá ilumine Argentina. Le hace falta.

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR

11/05/2007

Sin excusas, por Malú Kikuchi

Según el diccionario, “sin” significa, carencia o falta de algo y “excusa” quiere decir, motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una omisión. Todo lo cual implica que, quedarse sin excusas, pasa a ser un tema complicado.

El hecho de no tener excusas detrás de las cuales ampararse en caso “de necesidad y urgencia”, no es fácil. Menos fácil aún, si los que se quedan sin excusas son argentinos. El país se ha especializado en no asumir nunca sus responsabilidades en ningún sentido y adjudicárselas siempre a “otro”.

La elección del pasado 28/10, no es una reelección propiamente dicha, pero tampoco es un decidido cambio de gobierno. La presidente electa no sólo pertenece al mismo partido (¿es un partido el Frente para la Victoria?) que el actual Presidente, también es la esposa del Presidente.

A pesar de haber compartido en cierta forma el gobierno con su marido, desde el Senado de la Nación y en particular en la intimidad, debe haber muchos temas sobre los cuales la electa presidente no ha de tener ni la más remota idea.

Supongamos que es así. Supongamos que hay temas de los cuales la presidente electa no fue enterada, y que, de haberlos conocido en su momento, los hubiera solucionado de manera diferente. Supongamos. ¿Qué hace la presidente electa? ¿A quién le echa la culpa?

No va a poder alegar la “pesada herencia recibida”. Eso sería admitir que el gobierno de su marido no fue todo lo bueno que ella sostiene que ha sido. No va a poder explicar que no tenía conocimiento del problema ni de la solución encontrada. Problema y solución, con los que no estaría de acuerdo. Eso sería admitir que no la tuvieron al tanto de todo lo que sucedía. La han dejado sin excusas.

Forman parte de la herencia a recibir, por parte de la presidente electa: los restos de una República que fue y ya no es. Hereda una nación que no respeta la división de poderes, razón por la cual no es respetada por los países serios (los serios en serio, no como eslogan electoral).

Hereda la inverosímil desaparición de Jorge Julio López (18/09/06, hace ya 1 año, 1 mes y medio), hereda la inseguridad fenomenal que aqueja al país en todos los ordenes, en todo lugar y en todo momento. Inseguridad que se debe al permisivismo, al dejar hacer, al temor de ejecutar políticas de prevención, disuasión y represión, todas ellas dentro de la ley. ¿Qué hará con los movimientos piqueteros? ¿Seguirán siendo dueños de calles, rutas y puentes? ¿Seguirán contraviniendo el artículo 14 de la Constitución Nacional?

Constan en la herencia por recibir, un sistema de educación que no funciona: el 130% de los chicos bonaerenses no termina el secundario y más de 90.000 no pasaron de 2º año a 3º. No es sólo la pobreza la causa, también lo es la falta de motivación.

Lo que quiere decir que los maestros no tienen el fuego sagrado de la enseñanza, quizás porque tienen que pelear día a día con salarios bajos y poco reconocimiento. El resultado es pésimo. Sin educación no hay pueblo que avance, no hay personas que progresen. ¿Cómo va a encarar Cristina Fernández la mala educación heredada? Sin excusas.

La presidenta electa va a heredar un país en el que la droga, tema que era ajeno a los argentinos hasta hace no mucho tiempo, es hoy un flagelo que crece desmesuradamente y al que no se le pone coto. Aumenta el consumo de paco, éxtasis, marihuana, cocaína, heroína y cualquier derivado, pasando por los pegamentos.

La droga entra al país sin inconvenientes, se la procesa y se la exporta, sin inconvenientes. Hay cocinas caseras para los restos, restos que se convierten en drogas mortíferas. Los aeropuertos clandestinos proliferan en las provincias, los laboratorios y la producción de acetona, también. ¿Cómo va a solucionar el tema de la droga la presidente electa? ¿A quién le echará la culpa del problema? La han dejado sin excusas.

La novísima presidente hereda un INDEC sin credibilidad y una inflación real más que preocupante; empresas estatales creadas de la nada y para nada, pero con costos altísimos, como LAFSA y ENARSA. Hereda desnutrición en varias provincias, algo incomprensible en un país que crece y produce alimentos para 300milones de personas. ¿A quien culpa? Sin excusas.

Hereda también el intrincado y perdido asunto de BOTNIA y un medio ambiente en vías de destrucción, por falta de políticas ambientales. Hereda un conurbano bonaerense, primero y segundo cordón, sin cloacas, y en muchos lugares, sin agua potable. Y el país tiene reservas suficientes y crece vertiginosamente, por lo que no se explica como no se solucionan problemas esenciales para mejorar la calidad de vida de la gente. La presidente no tendrá excusas para lo que no se ha hecho.

Heredará tarifas públicas atrasadas desde la devaluación, que indefectiblemente habrán de aumentar. El problema de la falta de energía tardará por lo menos tres años para empezar a solucionarse, si es que llegan las inversiones. Argentina es un país sin estado de derecho, se han roto todos los contratos.

Se subsidia a los amigos y en general la política económica beneficia mucho a unos pocos, y mantiene en vilo al resto. Política económica que debe cambiar, si se pretende que el país sea factible en el futuro, ¿pero con qué excusa va a cambiar? ¿A quién se podrá culpar cuando la economía deje de funcionar?

Ojalá, con o sin excusas, Cristina Fernández de Kirchner consiga gobernar para 38 millones de argentinos. Ojalá pueda revertir los errores políticos y económicos de su marido, el actual presidente. Ojalá pueda aprovechar el maravilloso viento de bonanza internacional, para encauzar definitivamente a la Argentina hacia el futuro. Con o sin excusas, ojalá pueda, ojalá lo consiga.

De no ser así, habrá que estar atentos sobre quien recaerán las excusas y a las culpas por lo no hecho o por lo mal hecho. Ese será un problema para la nueva presidente.

¿Qué excusas tendrán los argentinos que la votaron si las cosas no funcionan? Argentinos que la votaron por convicción, por intereses personales o porque les compraron el voto. Todos con razones atendibles. Creer es atendible. Defender intereses individuales, es atendible. Vender el voto por necesidad, también es atendible; es más responsable el que compra, que el que vende. Ya que, en este caso, el que compra es responsable de la necesidad del que vende. ¿Qué excusas tendrán para justificar el voto?

De los argentinos dependía la elección. Los argentinos decidieron. El 44,99% del 30% del padrón decidió por todos los demás. No tendrán excusas.

Claro que, si las cosas no funcionan, siempre podrán culpar a Menem, al Proceso, a Roca, al fusilamiento de Dorrego o a las Invasiones Inglesas. Que para inventar excusas, los argentinos somos tan, pero tan, ¡creativos!

Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR