7/30/2007

“Con absoluta cristalinidad”. Por Malú Kikuchi

Buenos Aires, Casa Rosada, jueves 26 de julio 2007. Detrás del atril, el Presidente Kirchner dijo refiriéndose al INDEC: “está trabajando muy bien y con absoluta cristalinidad”.


El Presidente, en uno de sus habituales ataques a casi todo y a casi todos, esta vez acusó a los fondos de inversión Allianz y Dresdner, de: “ lobby que vienen haciendo los fondos de inversión con los bonos que se actualizan por inflación, [..] están tratando de poner en duda la inflación para obtener ganancias fuera de lo normal”.


Hechos. El miércoles 25, varios bancos vendieron bonos argentinos ajustados por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia; en argentino básico, índice inflacionario), por valor de US$ 300 millones, aparentemente para comprar dólares. Los bonos argentinos ajustados por CER, dejaron de ser atractivos para los inversores.



Hechos. Dos días antes, en España, la Senadora Fernández, Primera Dama y candidata presidencial por el Frente para la Victoria, partido gobernante, aclaró: “Cada punto de inflación le cuesta a la Argentina US$ 421 millones”. El 42% de los bonos argentinos está ajustado por CER.



Hechos. El INDEC mide el índice de precios y establece los índices de indigencia y de pobreza del país. El organismo está cuestionado desde el mes de enero de este año, momento en que Guillermo “Lassie” Moreno se hizo cargo de intervenirlo. Se cambió el sistema de medición de precios y el tema está en la justicia.



Hechos. La justicia allanó las instalaciones del INDEC y secuestró 7 computadoras y 54 cajas con documentos (25/7/07). Los trabajadores del organismo denuncian permanentemente las violaciones a la confiabilidad del INDEC, así como la desaparición de documentos que pudieran incriminar a la nueva dirigencia ( en especial a Beatriz Paglieri).


Hechos. Los gremios obtuvieron en lo que va de este año, aumentos de salarios que van del 16% (formal, siempre es más) al 25%.


Hechos. El INDEC sostuvo que la inflación del mes de junio fue del 0,4%. Sostiene que la acumulada del semestre está en 3,9%. El Secretario de Comercio Moreno reconoce (ante el asombro del nuevo Ministro de Economía Peirano, 19/7) “ la inflación real (del semestre), debe estar en el 6%”. Los economistas la sitúan entre el 18 y el 26%.


Hechos. Los taxistas ya han obtenido este año dos aumentos y buscan el tercero. Obtuvieron aumentos los colegios y las prepagas médicas. También se elevaron considerablemente las expensas de los consorcios.


Hechos. Los fondos de inversión acusados por el Presidente son: Allianz y Dresdner. Allianz Group, es un fondo de inversión alemán, fundado en 1890, opera en 70 países, cuenta con 173.000 empleados, gestiona activos por 1.7 billones de dólares. El Banco Dresdner, alemán, fundado en 1872, opera en 50 países y desde el 2001 forma parte del Allianz Group.



Hechos. Cuanto un activo deja de ser atractivo para el inversor, éste ordena a su fondo de inversión, si lo tiene, que venda. La venta se hace a través de los bancos. Si el fondo de inversión es cuidadoso del capital que el inversor a puesto a su cargo, éste tiene la obligación de aconsejar al inversor sobre la conveniencia de vender, cuando el activo deja de cumplir con las expectativas de ganancia prometidas.



Hechos. Jueves 26/7, Disco, Uriburu entre Juncal y Arenales, el kilo de puerro, $19 (se le puede achacar al clima). Viernes 27/7, una carta documento, en el Correo Argentino, del Estado (ya no es de Franco Macri), cuesta $28. Una semana atrás costaba $20,50. En cuando a cartas documento, el Correo Argentino es prácticamente monopólico, ya que de llegar a juicio no se acepta una CD que provenga de un correo privado. Y siguen los ejemplos…


La inflación argentina es alta. El INDEC, miente. Los fondos de inversión, ¿qué tienen que ver?


Preguntas relacionadas con los hechos.


¿Realmente cree el Presidente que las cifras del INDEC son las reales? Si lo cree, es realmente preocupante. Hace recordar al diario de Irigoyen. Y si el Presidente sabe que las cifras del INDEC son absolutamente manipuladas (para no tener que pagar lo que corresponde a los bonos ajustados por CER), y cree que la gente las cree, entonces, es más preocupante aún. De ser así, el Presidente cree que gobierna un país de idiotas.


Los argentinos, ¿somos idiotas?


¿Quién estableció, de acuerdo al Presidente, qué es una ganancia “normal”? ¿Cree el Presidente que los fondos de inversión, los bancos y los tenedores de bonos deben pedirle permiso al Ejecutivo para vender activos? ¿La Argentina se ha convertido en un país con libertades tan relativas?


¿Cree el Presidente que se puede engañar a los inversores dibujando una inflación ajena a la real? ¿Cree el Presidente que los posibles inversores van a poner plata en la Argentina para ser estafados una vez más?


Es difícil creer que el Presidente cree todo lo anterior. Pero si no lo cree, intenta que los demás lo crean. ¿Lo cree la mayoría? Según las últimas encuestas, está cayendo la imagen del Presidente. Probablemente el INDEC y su manipulación de cifras tengan mucho que ver en la caída.


Y el INDEC no “… está trabajando muy bien y con absoluta cristalinidad”. Los argentinos no somos idiotas. De nosotros depende recordarlo el 28 de octubre, cuando vayamos a votar.


P.D. Hecho. La palabra “cristalinidad” no existe en el Diccionario de la Real Academia Española. Pregunta. ¿De dónde sacó el Presidente una palabra que no existe como tal y mucho menos como concepto aplicado al INDEC de Moreno/Paglieri?



Gentileza en exclusiva de www.lacajadepandoraonline.com para NOTIAR

7/23/2007

¿Por qué está tan enojada? por Malú Kikuchi

Finalmente, llegó el día tan esperado por la senadora. El jueves 19/7, puntual (cambio notable con respecto al Presidente), en el elitista Teatro Argentino de La Plata, ante personas invitadas especialmente, con cuidada puesta en escena, se produjo el lanzamiento de la candidatura a la presidencia de la mujer del Presidente.


Todo estaba milimetradamente calculado, de acuerdo a las órdenes de la senadora. Los invitados, con tarjeta, dijeron presente; desde su marido, Néstor Kirchner, hacedor de su candidatura, hasta el gabinete en pleno. Estaban los gobernadores, los intendentes y los funcionarios K. También fueron los legisladores y los sindicalistas K, las madres y las abuelas de Plaza de Mayo.


Sólo faltaba el pueblo, pero la candidata no lo había invitado. Todo estaba como debía estar, entonces, ¿porqué tanto enojo?


La senadora, particularmente mona, adecuadamente vestida, discretamente enjoyada; estaba, bien. Fue la única oradora, nadie le hizo preguntas, nadie desvió la atención de su persona, la escucharon como en misa; entonces ¿porqué se la vio tan, pero tan enojada?


A lo largo de 47 minutos, la senadora y candidata a la presidencia, habló. Habló enojada. Hizo gestos de enojo, señaló con el dedo personas, hechos, historias, personajes; todo ameritó el índice admonitorio. ¿Porque? ¿Porque está tan enojada? ¿Con quien está tan enojada? ¿Contra qué está tan enojada?


Mirando desde afuera, la senadora tiene una vida envidiable; su familia está bien, que es lo más importante; se presume que está sana, su apariencia física es agradable (y muy cuidada), tiene dinero suficiente para financiar sus gastos (que son caros), es laboralmente exitosa y ahora, aunque sea a dedo, ha conseguido ser candidata a la presidencia de la Nación. ¿Porque está tan
enojada?


A lo largo de 47 minutos, la senadora, enojada, habló. ¿Qué dijo? Dijo que el cambio que ella representa, es la continuidad. ¿¿?? Perdón, ¿qué quiso decir? ¿El cambio es el no-cambio? No habló de la corrupción en el gobierno de su marido.


¿Eso no va a cambiar? No habló de la inseguridad que padecen los habitantes del país durante la administración K. ¿Tampoco promete que va a cambiar la inseguridad por la seguridad?


No habló de la crisis energética. ¿No la va a solucionar? No habló de la preocupante y creciente inflación ni de los dibujos del INDEC. ¿No va a cambiar nada al respecto? No esbozó un programa de gobierno. Y todo lo que dijo,- ¿qué dijo?- fueron palabras bien hilvanadas, enojadas, despojadas de pasión (a pesar de los gestos), que dejaron en claro muy poco: el cambio es el no-cambio y el Presidente es un hombre poco común. Obvio, diría un chico, ¡si el marido!
La senadora esposa del Presidente de la Nación, candidata a la presidencia, es una abogada con una larga trayectoria política, lleva 20 años haciendo política.


Eso sí, ha cambiado de políticas a lo largo de los años, siempre de acuerdo al lugar que ocupaba en el momento correspondiente. Ardiente defensora de los poderes del Legislativo y en contra de los Decretos de Necesidad y Urgencia en tiempos de Menem, mutó en ardiente defensora de los DNU en cuanto estos dependieron de su marido, el Presidente (campeón absoluto en cantidad de DNU decretados).



Enemiga declarada de los superpoderes anticonstitucionales (artículo 29 de CN) en tiempos de De la Rúa, cuando eran para Domingo Cavallo, pero aceptándolos graciosamente en tiempos de Kirchner, cuando son para Alberto Fernández. Del lado de una Justicia independiente con cualquier gobierno … hasta que llega el de su marido. Entonces manipula el Consejo de la Magistratura para poder presionar a los jueces.



¿Cuál Cristina va a ser la candidata y quizás la Presidente? ¿La de ayer, con otros gobiernos o la del gobierno de su marido? ¿A qué partido pertenece la candidata? Viene del PJ combatiente de los 70 (¿si?), apoyó la privatización de YPF con Menem y fue constituyente en el 94. Hoy está en Frente para la Victoria.


Pero el Frente para la Victoria (no tan victorioso últimamente), ¿es un partido? En el minimalista escenario del Teatro Argentino de La Plata no había simbología de ningún partido. ¿Además de su marido y los funcionarios de su marido, ¿a quién representa?



¿Serán estas y otras preguntas las que enojan tanto a la candidata? ¿Será que no ha sido designada después de ganar una interna contra otros precandidatos, sino gracias al dedo presidencial/marital? ¿Será que las acusaciones de corrupción contra las otras mujeres del Presidente (hablamos de ministros y secretarios, Miceli, Picolotti, Garré) han coincidido con su lanzamiento como candidata?


¿Será que el mal olor de los gasoductos (SKANSKA y otros) flota en aire y lo enrarece mientras ella se postula? ¿Por eso está tan enojada? ¿Será que el mal humor de los habitantes crece a medida que el frío deja al desnudo la negada crisis energética? La falta de gas y de electricidad, de gas oil y de fuel oil que afecta a la gente, ¿eso la enoja? ¿Será que la irrespetuosa inflación no le tiene miedo a Guillermo Moreno, el inefable Secretario de Comercio, y se dispara sin obedecer a las dibujadas cifras del INDEK; mientras ella habla del cambio del no-cambio?


Recorre el mundo, visita lugares maravillosos, viaja en aviones especialmente acondicionados para su comodidad, sus interlocutores son reyes y presidentes, los desfiles privados la esperan en todas partes; entonces, ¿porque está tan enojada?


No recorre las villas del conurbano de la provincia que representa; no sufre ni el frío ni el calor de las viviendas precarias, su trabajo es bien remunerado; no espera ni soporta infinitas colas para subirse a un tren que a menudo no funciona o a un colectivo a veces trucho para volver a casa después de largas horas de trabajo. No sabe lo que es pegar la nariz al vidrio de una tienda soñando con comprarse algo que no se podrá comprar. ¿Entonces porque está tan enojada?


Preguntas, demasiadas preguntas sin respuesta. Nada queda claro, salvo que la candidata está enojada. Perdón, también ha quedado clarísimo que “(Cristina) Será el nuevo amanecer de la patria”: Néstor Kirchner, Puerto Santa Cruz, viernes 20 de julio 2007. ¿Será una elíptica manera de parte del Presidente de reconocer que estamos en medio de una negra noche?


También queda claro, a pesar de todo, que algún cambio se va a producir si la senadora accede a la presidencia. Dijo la candidata: “No esperen que yo me ponga mocasines, me quedarían horribles. Además, jamás abandonaría mis tacos altos”. ¡Todo un programa de gobierno!


Dicen por ahí, los mal dicentes de siempre, que el remozado enojo de la senadora y candidata, en verdad se debe a los resultados de las encuestas. Esas encuestas que no se dan a conocer públicamente, pero que existen.


De todos modos y como siempre, el 28 de octubre, la única encuesta que vale es el resultado de la elección, y ése, de Usted depende.


P.D.: Hay una razón para el enojo de la candidata, además de las encuestas; la muerte del Negro Fontanarrosa le opacó el acto, invadió los medios y enlutó la Argentina.


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7/16/2007

Elecciones equivocadas. Por Malú Kikuchi

De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, “elegir”, significa: 1) escoger, preferir a alguien para un fin, 2) nombrar para un cargo o dignidad. Hay elecciones correctas y hay elecciones equivocadas.

A nivel personal las elecciones, ya sean acertadas o erróneas, pueden cambiar el destino de una vida, para bien o para mal. En política, sucede lo mismo. Elegir a la persona correcta, para cubrir el puesto correcto; tener certezas sobre la idoneidad, la capacidad de trabajo, el patriotismo y por supuesto, la honestidad de la misma, es el privilegio de un gran gobernante.

El gobernante debe elegir bien. De sus acertadas elecciones depende en gran parte el éxito de su gestión. Del éxito de su gestión depende nada menos que la felicidad del pueblo.

Ningún gobernante es infalible. Ningún ser humano lo es, pero se espera un determinado número de aciertos en las elecciones de funcionarios por parte del Presidente. Puede equivocarse feo, una vez, está dentro de las estadísticas. Puede equivocarse mal, dos veces, está dentro de lo posible. Pero si se equivoca en sus nombramientos, feo y mal, muchas veces, es cuestión de preguntarse si los equivocados no han sido aquellos que eligieron a un Presidente que se equivoca tanto.

Sintético repaso de algunos nombramientos presidenciales

Jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández. Ex superintendente de Seguros (de Menem), hombre de Domingo Cavallo, recaudador en las campañas presidenciales de Duhalde (1999) y de Kirchner (2003), defensor de Aníbal Ibarra, promotor de Romina Picolotti. Habla de lo que sea y a como dé lugar, salvo que le pregunten. Entonces, no contesta.

Ministro del Interior, Aníbal Fernández. Viene del peronismo ortodoxo de la provincia de Buenos Aires. Fue Intendente de Quilmes, con una historia muy interesante. La seguridad de la Nación depende de él, la Policía Federal también ¡¡¡!!!. Experto en todos los temas, habla sobre todos los temas. Siempre. Demasiado. Dice que la inseguridad es “una sensación”.

Secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti, depende de Alberto Fernández. Nombró 350 personas en una secretaría que contaba con 420. Los sueldos, altísimos, fuera de convenio. Los nombrados, familiares cercanos, parientes lejanos y amigos. Gastos superlativos e inexplicables. Compras suntuosas e innecesarias. Mal desempeño en su trabajo específico. Criticada por la Corte Suprema, la UBA y las ONG ambientales.

Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Interior y Culto, Jorge Taiana. Un pasado político sin comentarios. La Nación carece de una política exterior. Las relaciones diplomáticas son nulas o irrelevantes con casi todos los países; con algunos son decididamente malas, pero son muy buenas con Cuba, con Bolivia y en particular con Venezuela. Buen compañero de viajes de la Senadora Fernández.

Ministra de Defensa, Nilda Garré. Un pasado político sin comentarios. El zorro en el gallinero. Por no aceptar invertir $24 millones por año durante 5 años en mantenimiento del “Almirante Irízar”, ahora hay que gastar U$S113 millones para arreglarlo, además de haber corrido el riesgo de perder muchas vidas humanas en el incendio que sufrió. Se le caen los aviones militares por falta de mantenimiento y lleva 9 muertes desde que es ministro. En el tema radares mintió que todo estaba bien. Luego se desdijo. Contó que ya había llegado el reemplazo. Dijo que todavía no funcionaba. Que si. Que no. No funciona. Peligro.

Ministra de Economía y Producción, Felisa Miceli. Afiliada radical desde 1990 hasta hoy. Permitió la destrucción del INDEC. La inflación la desborda. Es más bien la secretaria del ministro de Economía, cargo que ejerce el Presidente. Un poco desmemoriada, se olvida una bolsa con dólares, euros y pesos (que vienen directamente del Banco Central ¿?) ¡en el baño del ministerio! Las explicaciones son muy, pero muy confusas. Aun de ser ciertas, son tan desprolijas, que no condicen con el cargo que ostenta, aunque éste, sea virtual.

Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido. Sin comentarios. SKANSKA, los gasoductos y todas las denuncias por sobreprecios de la obra pública recaen en él. De De Vido dependen, Ricardo Jaime, el Secretario de Transporte y los subsidios al transporte. Una vez más, sin comentarios.

Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Alberto Iribarne. ¿Justicia? Derechos humanos, sí. Algunos tienen, otros no. No todos son humanos. ¿Justicia? ¿Qué justicia?

Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus. El de “la escuela shopping” (1991, intendencia Grosso). El de la ley de Educación Federal (Ministro Susana Decibe, presidencia Menem), la ley que destruyó la educación. El que dice que lo votaron los que piensan, llamando no pensantes al 61% de los porteños.

Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Carlos Tomada. Perdón, ¿el ministro no es Hugo Moyano? No, el cargo de ministro oficialmente lo ejerce Tomada.

Ministro de Salud. Ginés González García. Peronista ortodoxo de la Provincia de Buenos Aires, genéricos, salud reproductiva, ¿aborto?

Ministro de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Es la hermana del Presidente. Es la hermana del Presidente. ¿No es suficiente?

Todas estas personas fueron elegidas por el Presidente. ¿Elecciones acertadas?

Ahora el Presidente, sin internas, porque quiere o porque le conviene, elige a Cristina candidata a la presidencia, como si el poder fuera un bien ganancial. Seis cucharitas de café para Néstor y seis cucharitas de café para Cristina. Cuatro años de presidencia para Néstor, cuatro años de presidencia para Cristina. Ahora le toca a ella.

¿Cristina Fernández presidente, es una más de las elecciones equivocadas del gobierno? En las presidenciales del 28 de octubre, como siempre, de Usted depende. ¿Se equivoca el gobierno y Cristina no consigue los votos necesarios para ser presidente o acierta el gobierno y Cristina es presidente a partir del 10 de diciembre 2007 y hasta el 2011? Usted decide.

En las próximas elecciones, ¿quién se equivoca, el gobierno o el país?

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7/11/2007

Cuando dividir, suma. Por Malú Kikuchi

En su imprescindible libro “El Príncipe” (1513), Maquiavelo sugiere que una de las formas de alcanzar y de mantener el poder, es dividir (divide y reinarás).


Y según el diccionario, dividir es, en su tercera acepción, desunir los ánimos y voluntades introduciendo la discordia.


Cuando se llega a la presidencia de la Nación con sólo el 21,7% de los votos, se hace indispensable construir poder para hacer posible la gobernabilidad. El Presidente Kirchner construyó poder y dejó muy atrás esa tremenda debilidad de origen.


Hay maneras aceptables, legítimas y republicanas de construir poder. No todas lo son. El Presidente Kirchner eligió como método para consolidar su gobierno, el enfrentar argentinos contra argentinos.


Removió un doloroso pasado todavía cercano y encabezó, de palabra, una nueva guerra civil contada de un solo lado. Destruyó con un arsenal de insultos y de “caja” a los partidos opositores. Incluyó entre los partidos opositores al propio. Fundó un curioso nuevo partido con los despojos de los otros partidos: el Frente para la Victoria, no tan victorioso últimamente.


Dividió con diatribas “atrileras” a las FFAA, marginó a la iglesia oficial y separó con un criterio muy particular a empresarios buenos (amigos) de empresarios malos (los que no se someten). Dividió al periodismo entre obsecuentes bendecidos por la pauta oficial de un lado, e independientes fuera de las pautas, pero blanco de los improperios presidenciales hasta con nombre y apellido.


Dividió a su propia gente generando feroces internas en su gabinete. Hay ministros que en vez de resolver los problemas existentes, trabajo por el cual se les paga, viven de rosca en rosca con tal de esmerilar el poder de los otros y estar en la gracia del Presidente. Gracia que el Presidente otorga de a ratos a uno y de a ratos a otro (Alberto Fernández/De Vido), para seguir controlándolo todo.


Los ejemplos son muchos. Dividir ha sido la divisa del Presidente. En cuatro años de mandato cumplido (25/5/03 – 25/5/07) el Presidente se ha dedicado a atacar oponentes, disidentes y hasta amigos, en vez de resolver los problemas de la gente.


Los partidos políticos, en particular los tradicionales, se han desarticulado. Del peronismo y del radicalismo sólo quedan recuerdos de tiempos mejores. Sus más notables dirigentes están dispersos, o desaparecidos del quehacer político o revistan en nuevos partidos o están al servicio del gobierno. Hasta ahora.


De pronto, después de las últimas y memorables derrotas del oficialismo (Neuquén, Ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego) algo empieza a cambiar en la política argentina. De tanto dividir, algunas de las partes se empiezan a sumar.



El Presidente especialista en divisiones, dividió, dividió otra vez y una vez más. De repente, el congreso legalmente “ilegal” y emocionalmente legítimo del PJ, reunió personalidades difíciles de imaginar compartiendo un palco. Decidieron trabajar en conjunto, revitalizar la mística peronista, rechazar la candidatura de Cristina a la presidencia y llegar a las elecciones con fórmula propia.


Las posibilidades reales de una fórmula del PJ peronista, las tendrán que evaluar encuestadores que no estén contratados por el gobierno. Las probabilidades del resto de los candidatos opositores, que se niegan a sumarse, también habrán de medirlas encuestas independientes. Pero, si por alguna razón de las muchas razones probables, Cristina no llega al 40% de los votos, la historia Argentina, es otra.


Si de tanto dividir partidos, intenciones, ideas y personas, en vez de gobernar, se le empiezan a sumar enfrentando al gobierno: la corrupción, el caso SKANSKA y los demás sobre-facturados gasoductos de esta administración; los curiosos subsidios al transporte; la manipulación del Consejo de la Magistratura y por ende de todo el Poder Judicial; ¿qué puede pasar?


Si a todo lo anterior se le suman Felisa Miceli y su inexplicable bolsa con dinero, los desaparecidos y nunca esclarecidos dineros de Santa Cruz; la no reconocida pero existente y gravísima crisis energética; la inflación creciente, el desastre cometido contra el INDEC y los fallidos controles de precios; ¿qué puede pasar el 28/10?


Si se le suman además, el peligro de los aeropuertos sin radares; la inseguridad y el narcotráfico y la droga dependencia en crecimiento exponencial; los asesinatos no resueltos; las pésimas relaciones exteriores, el conflicto disparatado con el Uruguay; la deuda externa que ya alcanza las cifras anteriores a la renegociación; ¿qué puede pasar en las elecciones del 28/10?


Si el gobierno de Kirchner se ve forzado a enfrentar sus errores y al mismo tiempo al PJ peronista, a Lavagna, a López Murphy y a Lilita Carió, aunque vayan cada uno por su lado y no tengan grandes números a su favor en cuanto a intención de voto, las posibilidades de llegar a un balotaje se convierten en probables.


En “El Príncipe”, Maquiavelo no sólo aconsejaba dividir para reinar, también advertía, “ […]el natural de los pueblos es variable. Fácil es hacerlos creer una cosa, pero difícil hacerlos persistir en su creencia” (capítulo VI).


El Presidente puede dividir, los ciudadanos debemos sumar.

Como siempre, de Usted depende.

El 28 de octubre, Usted decide. ¿Acepta sumarse a la división o suma a favor de la Argentina?

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7/02/2007

“Van agotando la paciencia”. Por Malú Kikuchi

Asunción, Paraguay, viernes 29 de junio 2007. Durante la trigésimo tercera reunión cumbre del MERCOSUR, el Presidente Kirchner, refiriéndose a las empresas de las que depende la energía en Argentina, dijo: “poco a poco van agotando la paciencia”.


Pudiera ser que las empresas que trabajan en el ámbito de la energía, desde las que exploran (hoy, ninguna), pasando por las que producen, transportan y comercializan, estén agotando la paciencia del gobierno. Pudiera ser. Lo cierto es que el gobierno va agotando la paciencia de los argentinos. Y esa es una realidad sin subjuntivo.


Esta administración, que asumió el 25 de mayo de 2003, ya cumplió su mandato. Va a entregar el poder o a reasumirlo 6 meses y dos semanas más tarde de lo que indica la Constitución Nacional. ¿Qué hizo en estos 4 años de mandato para solucionar la crisis energética? Nada. ¿Podrá hacer algo en los 5 meses que faltan? Poco probable.



Durante el 2003, empezando a salir de la debacle del 2002, la devaluación feroz (de U$S1 igual a $1, pasamos a U$S1 igual a $3) y más del 50% de los argentinos caídos en la pobreza y en la indigencia, pareció lógico no aumentar las tarifas de la energía.



Gracias a la incorporación anual de alrededor de 100 millones de personas, chinos e indios, al consumo internacional de bienes, Argentina se vio muy beneficiada. Salió de la crisis rápido y con tasas de crecimiento admirables. La economía creció, el desempleo bajó. Era de esperarse que con el aumento de la producción industrial se requiriera mayor consumo de energía. El gobierno no lo previó.



Demasiado ocupado en acumular poder para legitimar su paupérrimo inicio (21,70% de votos), dejó la energía de lado. Con tarifas congeladas, las empresas prefirieron explorar en países más afines a los precios reales. En vez de liberar tarifas para aquellos que las pueden pagar y fijar una tarifa social para los que menos tienen, prefirieron distorsionar el mercado.



Llegamos entonces a la inverosímil situación en que un señor acomodado puede calefaccionar su pileta con gas de red a un precio vil, precio vil que subvenciona un pobre que debe pagar el gas de garrafa 5 veces más (metro cúbico) que el gas de red. Un modelo de injusticia social pocas veces visto. ¡Y se dicen progres!
Hasta la llegada de la administración Kirchner, y a partir de los 90, Argentina exportaba gas a Chile y a Uruguay. Ahora dependemos del gas de Bolivia, de la buena voluntad de Evo Morales y de su estabilidad política.



El desbarajuste se repite con las naftas, las más baratas del continente. De los países limítrofes vienen a abastecerse a la Argentina. No tenemos fuel oil para levantar las cosechas, cosechas a las que le debemos el auge económico.



Debemos importar fuel oil desde Venezuela. Un fuel oil de tan mala calidad, tan contaminante, que por primera vez en Buenos Aires sufrimos lluvia ácida. Y por supuesto, lo pagamos más caro de lo que lo vendemos oficialmente. Lo que genera automáticamente desabastecimiento y mercado negro.



Los ejemplos son muchos. Parecería que Argentina con sus precios deformados y fuera de la realidad, no estuviera sobre el planeta Tierra y girara sola en el espacio exterior. Pero la realidad, amable o terrible, es sólo eso, la realidad. Se la puede ocultar por un tiempo, no se la puede hacer desaparecer.



La realidad de la crisis energética ha hecho su aparición. La crisis, ésta que fuera reiteradamente negada por el Presidente, por el ministro De Vido, por el secretario de comercio “Lassie” Moreno, llegó para quedarse. Y puede que las empresas, de acuerdo al Presidente, sean responsables y “poco a poco van agotando la paciencia”; pero y el gobierno, ¿no es responsable?



A lo largo de estos últimos 4 años, ¿qué hizo el gobierno en materia de planificación energética? Nada. ¿El gobierno incentivó a las empresas para que invirtieran en la exploración de nuevas áreas? No. Todo lo contrario, acá se paga a U$S 1,40/ e1millon BTU, mientras que en Bolivia se paga a U$S 5,00. ¿Quién está agotando la paciencia de quien? ¿Las empresas o el gobierno? Y lo más importante, ¿a quiénes se les está agotando la paciencia, al gobierno con las empresas o a los argentinos con el gobierno?



En cuanto a “agotar la paciencia”, según explica el diccionario, “agotar” es gastar del todo, consumir y dice que “paciencia” es la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Se consume la capacidad de padecer sin alterarse. La frase es perfecta, sólo que equivoca el sujeto y el destinatario. El gobierno, este gobierno, está agotando la paciencia de los argentinos.



Sólo en lo que va del 2007, hay que sumarle a la crisis energética (que era previsible y ahora es inevitable por un mínimo 3 años de haber empezado a invertir ayer), “pequeños hechos” como la no aparición de Jorge Julio López, los aeropuertos sin radares, la corrupción del caso SKANSKA y de los demás gasoductos de esta administración, el mentiroso dibujo de la inflación por el INDEK, el “desprolijo” manejo de los fideicomisos, la bolsa con dólares, pesos y euros olvidada en el baño por la ministra Miceli, la inseguridad creciente, la reaparición del ex gobernador Acevedo denunciando acuerdos a espaldas de la gente, y….



Es cierto, “van agotando la paciencia”. El 28 de octubre, como siempre, de Usted depende. Usted decide si los argentinos siguen soportando sin alterarse tanto desgobierno en temas esenciales y tanto maquillaje en temas triviales, o si cambia el curso de la historia. De la mano del voto.


El 28 de octubre dígale adiós a la paciencia.


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